El presidente electo se dirigió a miles de seguidores en el marco de un concierto en su honor plagado de celebridades.
19 ene 2009 . Actualizado a las 21:29 h.Dos días antes de jurar el cargo, y ante una entusiasta muchedumbre que asistía a un macroconcierto en su honor en pleno centro de Washington, el presidente electo, Barack Obama, lanzó un mensaje de esperanza y de unidad para EEUU.
El mandato del que será el primer presidente negro del país comienza con dos guerras abiertas y una grave crisis económica, unos desafíos «tan serios como pocas generaciones han tenido que afrontar», pero aseguró que los superarán.
«Podemos lograr cualquier cosa», declaró entre las ovaciones de las cerca de 400.000 personas que, según la Policía de Washington, acudieron al concierto. «No hay obstáculo que pueda interponerse en el camino de millones de voces que exigen un cambio», agregó.
El presidente electo, que jurará su cargo en las escalinatas del Capitolio el próximo martes, incidió en los temas que definieron su campaña electoral al instar a los estadounidenses a mantenerse unidos por encima de las diferencias de partido, de religión o de raza, y a conservar la esperanza.
«Si nos podemos reconocer los unos en los otros y unirnos... no solamente recuperaremos la esperanza y la posibilidad en lugares donde se ansiaban, sino que también, quizás, mejoraremos nuestro país», dijo Obama.
Pero también advirtió contra las expectativas de sus seguidores, que en algunos casos parecen rozar lo mesiánico y esperan que enderece el camino del país apenas llegue al Despacho Oval.
Resolver los problemas llevará tiempo y «nuestro camino será largo», advirtió el presidente electo.
«No voy a fingir que será fácil acometer cualquiera de estos desafíos. Llevará más de un mes, o de un año, probablemente muchos.
A lo largo del camino habrá reveses, y pasos en falso, y días que nos pondrán a prueba como país», sostuvo.
Pese a todo, insistió, si los estadounidenses se mantienen unidos lograrán salir adelante,
«Lo que me da esperanza», declaró, «sois vosotros». «Habéis demostrado una vez más que la gente que ama este país puede cambiarlo», sostuvo.
Muchos de los asistentes habían desafiado el frío cercano a los cero grados Celsius de temperatura para acercarse desde horas antes a la zona del concierto y garantizar su asistencia. La Policía había advertido que si el recinto alcanzaba la plena capacidad cerraría el acceso, algo que sucedió media hora antes del comienzo en torno a las 14.30 horas locales (19.30 GMT).
El evento contaba entre sus participantes con un largo elenco de estrellas como Bruce Springsteen, Shakira, Stevie Wonder o James Taylor.
Personalidades como el golfista Tiger Woods, el político Martin Luther King III o los actores Denzel Washington y Tom Hanks leyeron pasajes históricos en este acto, con el que comenzaron los cuatro días de festejos en la capital de EEUU para conmemorar la investidura del nuevo presidente.
Los festejos tuvieron un preludio este sábado con un trayecto en tren de Obama desde Filadelfia, donde se redactó la Constitución de EEUU, hasta Washington, en un eco del viaje que llevó al presidente Abraham Lincoln a la capital para ocupar la Casa Blanca.
Antes de asistir al concierto, el futuro mandatario acudió junto a su vicepresidente, Joe Biden, al Cementerio Nacional de Arlington para depositar una corona de flores sobre la tumba del Soldado Desconocido, y asistió a un servicio religioso en una de las Iglesias negras de más raigambre en la ciudad.
El lunes, Obama y Biden tienen previsto participar junto a sus familias en una serie de actos de voluntariado para conmemorar el Día de Martin Luther King, el gran defensor de los derechos civiles.
Obama completará mañana su último día como presidente electo con tres cenas en honor de personajes que, a juicio de su equipo, han contribuido a superar las divisiones entre los partidos: su rival republicano en las elecciones, John McCain; el ex secretario de Estado Colin Powell y el propio Biden.
El martes, el futuro mandatario será recibido por el presidente saliente, George W. Bush, en la Casa Blanca, antes de trasladarse al Capitolio para la jura del cargo, para lo que empleará la Biblia que utilizó el presidente Abraham Lincoln.