Londres pierde ya más soldados en Afganistán que en Irak

Efe

INTERNACIONAL

12 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El primer ministro británico, Gordon Brown, defendió ayer la estrategia militar en Afganistán, pese a las numerosas bajas habidas desde principios de mes, un período en el que quince militares han muerto en la sureña provincia de Helmand.

Brown reconoció que los últimos diez días han sido «extraordinariamente difíciles» para el contingente militar que el Reino Unido tiene en Afganistán, que en el espacio de 24 horas entre el viernes y el sábado sufrió la pérdida de ocho soldados.

En una carta enviada al Parlamento, el primer ministro destacó que la operación Garra de Pantera, con la que se trata de expulsar a los talibanes de la zona central de Helmand a un mes de la celebración de las elecciones afganas, está siendo un éxito.

«Pese a las trágicas pérdidas, la moral permanece alta y puedo dar a conocer la evaluación de los oficiales sobre el terreno en el sentido de que las operaciones en marcha están teniendo éxito en sus objetivos», explicó.

Según Brown, esta ofensiva está teniendo «un marcado impacto en los talibanes en el centro de Helmand, lo que mejorará la seguridad para la población a medida que se acercan las elecciones y permitirá trabajar a largo plazo en gobernabilidad y desarrollo».

El primer ministro, quien comparecerá ante un comité parlamentario esta semana, aseguró que entiende que el aumento de las bajas en los últimos días haya suscitado dudas sobre la presencia militar británica en Afganistán, pero insistió en que es necesario mostrar que Londres mantiene su compromiso de estabilizar ese país.

«Aunque sé que algunos han cuestionado nuestra estrategia, sigo creyendo que es la correcta. Ha sido un verano muy difícil y aún no ha terminado», manifestó. A su juicio, es crucial evitar la presencia de los talibanes en Helmand «a largo plazo» y que la comunidad internacional se mantenga firme en su propósito de «ayudar a Afganistán y a Pakistán a derrotar este despiadado movimiento insurgente y a prevenir el regreso de Al Qaida».

Más bajas que en Irak

Su declaración se conoció en medio de la conmoción y la controversia generadas por la muerte de ocho soldados en tan solo 24 horas, lo que elevó a 184 el número de bajas sufridas por el Reino Unido en Afganistán desde su llegada en octubre del 2001.

La cifra de bajas supera las registradas en Irak, país del que el Reino Unido completará su retirada a finales de mes, y sitúa a Afganistán como el conflicto más sangriento para las Fuerzas Armadas desde la guerra de las Malvinas, en 1982.

El ministro de Exteriores, David Miliband, afirmó ayer que Londres no dará un paso atrás en su lucha en Afganistán. En declaraciones a la BBC, Miliband subrayó que las tropas están para «garantizar que Afganistán no pueda volver a convertirse en una incubadora del terrorismo».