El ex presidente peruano está acusado por espionaje telefónico, pago a congresistas tránsfugas y compra de medios de comunicación.
30 sep 2009 . Actualizado a las 23:28 h.El ex presidente peruano Alberto Fujimori fue sentenciado este miércoles a seis años de cárcel en el último juicio abierto contra él desde su extradición de Chile en 2007, en este caso por los delitos de peculado, cohecho y violación del secreto de las comunicaciones.
La Justicia le procesó por usar fondos del Estado para montar una red de espionaje telefónico que operaba en Palacio de Gobierno y en otros lugares, sobornar a parlamentarios opositores y comprar un canal de televisión por cable ya desaparecido y la línea editorial del diario Expreso en el 2000, cuando buscaba su tercera elección.
El tribunal que lo juzgó en este juicio rápido, que empezó el pasado lunes, lo sentenció a seis años de cárcel y a dos años de inhabilitación para cargo público.
También le ordenó pagar dos tipos de reparaciones: una de 24 millones de soles (8 millones de dólares) a favor del Estado y de 107.000 soles (unos 35.000 dólares) para cada uno de los 28 agraviados por espionaje telefónico.
El ex gobernante (1990-2000), que fue extraditado desde Chile en 2007, ya ha sido condenado en primera instancia a 25 años de prisión por graves violaciones de los derechos humanos, a ocho años por el pago de una indemnización laboral a su entonces asesor Vladimiro Montesinos y a seis años por el allanamiento ilegal de la vivienda de la esposa de éste, aunque las penas no son acumulativas en Perú.
Fujimori se mostró incómodo durante la breve lectura de sentencia e interpuso un recurso de nulidad, sin explicar sus razones.
Por su lado, el fiscal, José Peláez, apeló la sentencia por considerar que la sanción contra el ex gobernante, de 71 años, es muy leve, ya que su oficina pedía ocho años de cárcel.
Este proceso ha sido rápido porque el ex presidente aceptó los delitos que se le imputaban y se acogió a la figura de la «conclusión anticipada», con lo que se evitó un largo desfile de 61 testigos.
Esta es la tercera vez que Fujimori se acoge a la figura de conclusión anticipada y que interpone recurso de nulidad.
A la salida del tribunal, el legislador «fujimorista» Carlos Raffo dijo a la prensa que todo el proceso desde que Fujimori fue extraditado «ha sido sumamente doloroso», y tras acusar al tribunal de juzgar a su líder «sin pruebas mínimas», advirtió que: «ahora le toca juzgar al fujimorismo».
Uno de los agraviados en el caso de espionaje telefónico, el ex congresista Javier Diez Canseco destacó que Fujimori admitió ser «un asesino y un ladrón» y lo tachó de ser «un virus más poderoso que la gripe porcina para la política nacional».
Al desestimar cualquier «venganza política» contra el acusado el fiscal Peláez enfatizó que tanto en el juicio por violación a los derechos humanos como en los de corrupción «existían abundantes pruebas» para inculpar al acusado.
En el año 2000, Fujimori renunció a la Presidencia por fax desde Japón tras destaparse en Perú una inmensa red de corrupción dirigida por Vladimiro Montesinos, ya juzgado y encarcelado, y durante cinco años estuvo en el país asiático, que le dio asilo al tener también nacionalidad japonesa.
En noviembre de 2005 intentó volver a Perú e hizo una escala en Chile, donde fue detenido.
En septiembre de 2007, Fujimori fue extraditado por dos casos de violación a los derechos humanos -dos matanzas y dos secuestros- y otros cinco casos de corrupción, los cuales fueron reunidos en los cuatro juicios que concluyeron con la sentencia dictada hoy.