El sudanés asegura que sigue habiendo más de cinco millones de refugiados y que las matanzas continúan
22 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Soy el intérprete que ha llevado a los periodistas al peligroso Darfur. El título del libro que ha escrito Daoud Hari es toda una declaración de intenciones. Hasta el año 2006 fue el encargado de facilitar la comunicación entre informadores e implicados en un conflicto que, según este sudanés, tiene pocos visos de arreglarse. Durante los dos últimos años estuvo de gira por Estados Unidos explicando a los norteamericanos qué es lo que pasa en el continente olvidado.
-Estos días dio una charla en el Centro Galego de Arte Contemporánea, en Santiago, sobre lo que está pasando en Darfur. ¿Cuál es la situación ahora mismo?
-Exactamente igual a como estaba en el año 2003. Después de estos seis años, la comunidad internacional apenas ha hecho nada. Sigue habiendo más de cinco millones de personas que son refugiadas, sigue habiendo gente luchando y siguen las matanzas. No ha cambiado nada.
-Pero usted mantiene que si la comunidad internacional quisiera el conflicto de Darfur se arreglaría en solo seis días.
-Exacto. En comparación con otros problemas y con la reacción que ha habido, Darfur es una pequeñez. En Irak, por ejemplo, en menos de dos semanas coparon el país. El de Kosovo se arregló en menos de un mes. En Yugoslavia lo resolvieron con bastante rapidez, teniendo en cuenta que era un país grande, importante con respecto a la UE. En Darfur hay seis millones de habitantes que forman parte de tribus nómadas y no es tan complicado. Además, veo en los líderes internacionales una cierta desgana, una falta de preocupación por África. Parece que no es de interés prioritario para ellos y que por eso tampoco quieren enseñárselo a los habitantes de su país.
-Pero Barack Obama ha anunciado a principios de esta semana que Washington incentivará los avances en el conflicto.
-Soy escéptico. Valoro muy positivamente la intención del presidente de Estados Unidos, tiene grandes planes internacionales, pero no sé si llevarlos a cabo será tan fácil. Espero que finalmente no quede en papel mojado, como la orden que ha emitido el Tribunal de La Haya contra el presidente de Sudán.
-¿También es escéptico con respecto a esa acción?
-¿Cómo va a funcionar? El tribunal está en Europa y ni siquiera tiene enviado en Darfur. Lo peor es que desde que se ha emitido esa orden Omar Hasán al Bachir ha echado a quince oenegés y organizaciones humanitarias de la zona, por lo que la situación de los refugiados es aún peor. Ya no tienen comida ni medicinas. Aún intentamos responder al por qué de emitir esa orden.
-Usted está intentando concienciar a la población estadounidense sobre lo que pasa en Darfur. De tantos conflictos, ¿Occidente no está ya insensibilizado?
-Nuestro trabajo en Estados Unidos es proporcionar información a la población. Cada estado cuenta con dos senadores en el Capitolio. La gente escribe a estos senadores y después de recibir entre 3.000 y 5.000 cartas comienzan a reaccionar. También se han llegado a enviar cartas directamente a la Casa Blanca. Es el único modo en que se puede presionar para hacer algo. Porque, por ejemplo, tras la guerra de Irak, en España, en cuanto Rodríguez Zapatero subió al poder, anunció que retiraría las tropas y eso fue gracias a la presión de la gente.
-Pero hay quien dice que África no interesa.
-Occidente colonizó África y ahora le da todo igual. No se ve un deseo de informar. Con el conflicto de Darfur, si el Gobierno no te muestra lo que está pasando, ¿cómo te va a preocupar?