La líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, apareció ayer en un lugar público de Rangún por primera vez en más de seis años, después de que la Junta Militar la autorizara a salir de su casa, en la que cumple arresto domiciliario desde el 2003, para reunirse con una delegación del Gobierno de EE.?UU.
Vestida con un traje típico de color lila, Suu Kyi se presentó en el lujoso hotel Inya Lake sonriente y con buen aspecto, e incluso posó unos minutos para los fotógrafos y bromeó. «¿Es esta una bella sonrisa?», dijo la nobel de la Paz, sin que las fuerzas de seguridad birmanas hicieran nada por impedirlo. En la entrada, fue recibida por miembros de la delegación diplomática estadounidense de más alto nivel que visita Birmania (Myanmar) en los últimos 14 años.
EE.?UU. ha modificado su estrategia con el régimen represivo y anunció negociaciones directas con la Junta Militar.