Un neoliberal aupado a la política en el mandato de Carlos Menem

AFP

INTERNACIONAL

11 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Martín Redrado, un economista neoliberal de 48 años que llegó a la política de la mano del ex presidente Carlos Menem, ha resultado ser un inesperado enemigo para los Kirchner.

Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires, obtuvo un posgrado en Administración Pública en la prestigiosa escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, que le imprimió un ideario liberal, pero moderado. Tenía apenas 28 años cuando ocupó la vicepresidencia de la firma Salomon Brothers para ser luego nombrado responsable para América Latina del Security Pacific Bank.

En Argentina inició su carrera política de la mano del peronista neoliberal Carlos Menem (1989-99), quien lo calificara como uno de los «jóvenes brillantes» de su Gobierno, lo que le valió el mote de golden boy (chico de oro) del menemismo. Fue bajo el ala protectora del poderoso ex ministro de Economía Domingo Cavallo cuando llegó a ocupar la presidencia de la Comisión Nacional de Valores (CNV) en 1991 con solo 30 años. Pero conforme iba creciendo su figura dentro del menemismo, se fueron acrecentando sus enemigos. «Ni loco, me estoy por casar y formar una familia, no es poca cosa», dijo a la revista Noticias en 1994 cuando se lo consultó sobre si aceptaría ser el ministro de Economía de Menem. Meses después Redrado renunció a la CNV y se centró en la creación de la Fundación Capital, desde donde dirigió a un equipo que elaboraba informes económicos.

Casado, es padre de dos hijos varones, el mayor de los cuales, de apenas diez años, suele visitarlo en su despacho. Aficionado al tenis, no dejó de practicarlo ni siquiera en medio de la pelea con el matrimonio Kirchner que lo azuzó desde las tribunas públicas y a través de la Justicia recriminándole «mala conducta».

«Estoy tranquilo y en paz», dijo Redrado tras obtener de la Justicia un amparo que lo restituyó en su cargo, luego de ser despedido por un decreto presidencial en el inicio de una batalla judicial que promete llegar hasta el Supremo.