Corea del Norte pone en alerta al Ejército y rompe relaciones con Seúl

Jun Kwanwoo SEÚL/AFP.

INTERNACIONAL

Los Gobiernos de China y Estados Unidos acuerdan trabajar juntos para encontrar una solución a la crisis

26 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Corea del Norte dio ayer un paso más en la creciente escalada de tensión en la península asiática al decidir cortar todas sus relaciones con Corea del Sur y poner en nivel de máxima alerta a su Ejército.

Los norcoreanos anunciaron también, a través de su agencia oficial KCNA, que expulsarán al personal surcoreano que trabaja en el complejo industrial de Kaesong, ubicado al norte de la línea que separa a ambos países desde la guerra de 1953, aunque financiado por Seúl. Todos los buques y los aviones surcoreanos tendrán prohibido el acceso a las aguas territoriales y al espacio aéreo norcoreano.

La escalada de tensión se desató el viernes, cuando una comisión investigadora internacional concluyó que un torpedo disparado por un submarino norcoreano hundió la corbeta Cheonan . El régimen comunista de Kin Jong-il respondió acusando a Seúl de fabricar pruebas y afirmó que los dos países están «cerca de la guerra». Ese mismo día, el líder norcoreano Kim Jong-Il puso al Ejército en estado de alerta, según un grupo de tránsfugas norcoreanos.

Corea del Norte volvió a amenazar ayer con acciones militares a su vecino del Sur, tras acusar a la Marina surcoreana de penetrar en sus aguas territoriales. En diez días, decenas de navíos surcoreanos cruzaron la frontera, «una provocación deliberada que apunta a provocar otro conflicto militar en el mar Amarillo y así llevar a una fase de guerra», indicó la agencia KCNA. Un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano desmintió toda intrusión de sus navíos.

Esfuerzos diplomáticos

China y EE.?UU. acordaron trabajar juntos para encontrar una solución a la crisis, mientras Rusia llamó a frenar la escalada de tensión. Washington y Corea del Sur intentan obtener el apoyo de China para imponer sanciones en la ONU contra el Norte.

La crisis coreana fue uno de los principales temas de conversación del diálogo estratégico y económico chino-estadounidense que concluyó ayer. China aseguró estar «dispuesta a trabajar con Estados Unidos y las otras partes», según declaró su viceministro de Exteriores, Cui Tiankai. Pero no precisó hasta dónde Pekín estaba dispuesta a colaborar.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que hoy estará en Seúl, indicó que Washington «trabajará con la comunidad internacional y nuestros colegas chinos para elaborar una respuesta eficaz y apropiada». Anunció que el primer ministro chino, Wen Jiabao, tiene previsto viajar a Corea del Sur el viernes para mantener consultas con el presidente surcoreano, Lee Myung-bak.

La misión de EE.?UU., que se ha involucrado directamente al dar todo su apoyo -y el de su Ejército- a Seúl, es que la tensión no llegue al campo de batalla. El temor a un conflicto acentuó las pérdidas de los mercados bursátiles asiáticos.