La Iglesia católica, el Gobierno y la policía ocultaron la participación de un cura en un atentado del IRA en 1972

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

25 ago 2010 . Actualizado a las 02:42 h.

La Iglesia católica de Irlanda del Norte, la policía del Úlster y los Gobiernos de Londres y Dublín acordaron en 1972 guardar silencio sobre la participación del sacerdote James Chesney en uno de los atentados más sangrientos del IRA, cometido en julio de 1972.

Según una investigación hecha pública ayer, Chesney participó en el atentado de Claudy, en el que murieron nueve personas y treinta resultaron heridas por la explosión de tres coches bomba en aquella localidad, muy cercana a Londonderry. Las primeras sospechas sobre su participación saltaron en el 2002.

El atentado ocurrió en uno de los años más sangrientos del Úlster, lo que motivó el silencio de políticos, policía e Iglesia, en un intento por evitar que la participación de un cura católico inflamara aún más los ánimos de los protestantes unionistas. Nadie ha sido acusado de aquel atentado y aunque el IRA siempre ha negado su participación, las fuerzas de seguridad nunca han tenido dudas sobre la implicación del IRA Provisional.

Al Hutchinson, ombudsman de la policía del Úlster y hombre encargado de llevar a cabo la investigación, confirmó ayer la implicación del sacerdote en el atentado y el encubrimiento de la Iglesia y policía para evitar que fuera detenido y juzgado. Chesney murió en 1980 cuando apenas contaba con 46 años de edad y tras ser enviado en tres ocasiones a diócesis cada vez más remotas.

Hutchinson indica en su investigación: «Acepto que 1972 fue uno de los peores años de actividad terrorista y el arresto de un sacerdote sospechoso de participar en un atentado sangriento podía haber tenido nefastas consecuencias». Sin embargo, considera que «la policía no actuó correctamente al no investigar a un sospechoso de actividad terrorista, lo cual, en sí, también podía haber acarreado serias consecuencias».

Lo que convirtió a este sacerdote extrovertido, amistoso y simpatizante del republicanismo irlandés en un terrorista -en un provo priest (sacerdote provisional)- fue la muerte de 13 civiles a manos de soldados británicos en el llamado Domingo Sangriento, ocurrido seis meses antes del atentado.