«Le Monde» acusa al Elíseo de espiarlo para proteger al ministro Woerth, y de violar las fuentes periodísticas
INTERNACIONAL
El periódico ha anunciado que presentará una demanda.
14 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los servicios de contraespionaje francés pincharon los teléfonos para descubrir al garganta profunda que filtró al diario Le Monde las declaraciones ante el juez de los implicados en el escándalo Bettencourt. El periódico ha anunciado que presentará una demanda y apunta claramente al palacio del Elíseo para señalar al culpable de esta vulneración de la ley sobre protección del secreto de las fuentes periodísticas.
Ocurrió a mediados de julio, cuando el administrador de la heredera de L'Oréal, Patrice de Maistre, pasó una noche en dependencias policiales dando su versión sobre el dinero que presuntamente de forma irregular pasó de la cuenta bancaria de la millonaria a los fondos para la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy y por qué contrató a Florence Woerth, esposa del ministro de Trabajo y entonces tesorero del partido UMP, del aspirante a jefe del Estado. Le Monde sostiene que la publicación de estas informaciones a pocos días de que los jueces interrogaran al propio Woerth «irritó particularmente al palacio del Elíseo», que habría encargado a los servicios secretos acabar con estas fugas. Hicieron un perfil y entre las personas que asistían a las audiencias se fijaron en un alto funcionario: David Sénat, consejero penal de la ministra de Justicia, Michèle Alliot-Marie.
El juez, a la Guayana
Le pincharon el teléfono y llegaron así hasta el periodista que firmaba las informaciones. Los responsables de la intervención aseguran haber actuado en «misión de protección de los intereses del Estado» y transmitieron sus conclusiones al Elíseo a finales de julio. El juez que se fue de la lengua fue destituido y trasladado a la Guayana.
La oposición pide explicaciones y denuncia un «escándalo de Estado» por este «atentado a la libertad de expresión». Los verdes hablan ya de Woerthgate ; su eurodiputada y ex jueza Eva Joly asegura que se ha convertido en el Sarkogate .
El Partido Socialista quiere que se haga la luz sobre el asunto y, sobre todo, se aclare si las escuchas ilegales se practicaron también en Le Monde . Denuncian «un atentado insoportable» contra la libertad de prensa y ven «indispensable» que el Gobierno rompa su silencio.
La investigación del escándalo Bettencourt aún no ha aclarado si el ministro Eric Woerth, quien dimitió en julio como tesorero de la UMP, incurrió en un delito de tráfico de influencias al hacer favores fiscales a la heredera de L'Oréal a cambio de financiación y la contratación de su esposa.