Hay lugares que sirven para medir la temperatura política de todo un país. En Estados Unidos ese termómetro electoral es California. Por eso, cuando el martes los estadounidenses acudan a las urnas, los ojos de los expertos se detendrán en luchas como la que enfrenta a la republicana Carly Fiorina contra la demócrata Barbara Boxer, dos mujeres que luchan por ocupar el asiento del estado en el Senado.
Fiorina, la ex ejecutiva de Hewlett-Packard y salida de las faldas de Sarah Palin, y Boxer, una feminista con más de dos décadas en el Congreso, representan la puja de poderes que estos días se vive en todo el país. Con una diferencia. California es un estado mayoritariamente progresista, pero al que nunca le ha temblado la mano a la hora de elegir a un republicano.
Por eso será especialmente importante el resultado de sus batallas. Como la del demócrata Jerry Brown y la republicana Meg Whitman, dos candidatos que aspiran a suceder a Arnold Schwarzenegger en el cargo de gobernador. Brown ya fue gobernador en los años setenta y ochenta, y es una de las figuras más respetadas de la costa oeste. Whitman es una millonaria capaz de invertir hasta 140 millones en su campaña, además de ser el cerebro del éxito de la compañía eBay, una experiencia que podría poner al servicio de este estado.
En estos momentos, California es la mayor economía del país, pero también la más endeudada, con más de 19.000 millones de déficit y una tasa de desempleo del 12,5%. Crear puestos de trabajo y reducir la deuda es la promesa que todos los candidatos priorizan en sus agendas, aunque existen serias dudas de que puedan cumplirla.
La niñera de Whitman
Quizá por eso, en las últimas semanas no ha sido el desempleo sino la inmigración ilegal el tema que ha dominado la campaña. En California, los latinos representan un 21% del electorado, lo que significa que quien logre llevarse su voto será quien acabe triunfando en las urnas.
Para tratar de ganarse el afecto de esta minoría, tanto Whitman como Brown han invertido cientos de miles de dólares en anuncios televisivos en español, si bien a la ex directiva de eBay no parece haberle servido de mucho.
Los latinos no le han perdonado a Whitman que durante nueve años tuviera contratada ilegalmente a una niñera, a la que, al parecer, maltrataba sin piedad y a la que encima acabó despidiendo por pedirle ayuda para legalizar su situación migratoria. Y eso en medio de su campaña contra los empresarios que contrataban a irregulares. Lo que comenzó como un incidente doméstico acabó precipitando la caída de Whitman en los sondeos, que la sitúan siete puntos por detrás de su rival, según el Real Clear Politics.