El Nobel toma las riendas de la protestas, que ya han dejado al menos 125 muertos
31 ene 2011 . Actualizado a las 11:15 h.Egipto está «en el inicio de una nueva era», proclamó ayer Mohamed el Baradei, designado por la oposición para negociar con el régimen del presidente Hosni Mubarak, quien afronta una rebelión duramente reprimida y una creciente presión de sus aliados occidentales.
Miles de personas volvieron a salir a las calles de El Cairo, por sexto día consecutivo, pidiendo la renuncia de Mubarak, así como del vicepresidente, Omar Suleimán, y del primer ministro, Ahmed Shafiq, dos militares nombrados la víspera por el mandatario con la expectativa de contener la ola de descontento, que ya ha dejado al menos 125 muertos.
La fragmentada oposición egipcia daba un paso decisivo para prepararse ante un eventual cambio de régimen con la presencia por primera vez del premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei en la céntrica plaza Tahrir, epicentro de la protesta, y la creación de un comité de negociación con los militares. «Nos han robado nuestra libertad», dijo el ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), y resaltó que el movimiento por el cambio «no tiene marcha atrás». Con la ayuda de un megáfono, El Baradei, que fue recibido al grito de «Abajo Mubarak»», se mostró «orgulloso de ser egipcio» y aseguró que los ciudadanos de este país han «recuperado la libertad» y «no podemos retroceder». Pronosticó que «este es el comienzo del fin» del dictador, cuya dimisión exigió para salvar a Egipto.
Las protestas callejeras han carecido hasta el momento de una figura capaz de galvanizar las diferentes sensibilidades ideológicas que pueda ser presentada como un candidato capaz de dirigir una eventual transición. Por eso, la aparición pública de El Baradei y el anuncio de la creación de un comité para analizar con el Ejército el final del régimen, otorgan una nueva dimensión a la capacidad de los opositores de unirse frente a su enemigo común.
El dirigente de los Hermanos Musulmanes Saad Katatni explicó a Efe que «el comité podría mantener mañana [por hoy] una reunión con responsables militares para analizar un posible cambio de régimen en Egipto».
Katatni señaló que ese comité, integrado por el ilegalizado grupo islámico y por la laica Asamblea Nacional por el Cambio, de El Baradei -que aglutina distintos movimientos opositores- quiere estudiar con el Ejército la salida de Mubarak del país, la formación de un Gobierno transitorio y la celebración de comicios libres. Pese a ello, en un significativo mensaje, la televisión pública egipcia mostró ayer imágenes de Mubarak reunido con la cúpula militar y acompañado por su nuevo vicepresidente, Omar Suleimán, y del ministro saliente de Defensa, general Huseín Tantaui.
Vuelo rasante
Pero ni el vuelo rasante de dos cazabombarderos de las Fuerzas Armadas sobre la plaza Tahrir consiguió amedrentar a los miles de egipcios que se manifestaban. Por su parte, Mubarak ordenó que el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez se amplíe en una hora, y a partir de hoy será desde las tres de la tarde hasta las 8 de la mañana.
Estados Unidos, que considera a Hosni Mubarak, de 82 años, como uno de sus principales aliados en la región, le pidió ir más lejos con los cambios y empezar a pensar la «transición», después de tres décadas en el poder. «Deseamos ver una transición ordenada. Demandamos insistentemente al Gobierno de Mubarak que haga lo que sea necesario para facilitar este tipo de transición ordenada», dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Varios países -entre ellos Arabia Saudí, la India y Turquía- enviaron aviones para repatriar a sus ciudadanos. La Embajada de Estados Unidos anunció que iniciaría hoy la repatriación de los suyos.