Enrique López, agricultor gallego en Herrán: «La gente no está más preocupada»

La Voz

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Ser propietario de un negocio en alguna de las localidades próximas a la central de Garoña predispone a defender las instalaciones nucleares.

21 mar 2011 . Actualizado a las 11:06 h.

Ser propietario de un negocio en alguna de las localidades próximas a la central de Garoña predispone a defender dichas instalaciones nucleares, por ser estas un polo de actividad económica que atrae riqueza a la zona. Así lo deja claro José Luis Leiva, propietario del Bar Cina, en la localidad de Barcina: «No estoy más intranquilo por lo que ha pasado en Japón. Tengo conocidos que trabajan en la central y si vieran que hay peligro serían los primeros en irse. No creo que pueda pasar algo parecido a lo que ha sucedido en Japón. Y aunque es el principal tema de conversación entre los vecinos, creo que la gente piensa igual que antes».

Pero también hay quien se gana la vida de mejor manera gracias a la central y se muestra reticente con sus riesgos. «Estoy en contra de la energía nuclear, porque me parece muy peligrosa y el riesgo es muy grande. Pero reconozco que mi negocio se beneficia de su existencia. Además, he trabajado un tiempo en la central y la cultura de seguridad que he visto allí no la hay en otras centrales. Miembros del Consejo de Seguridad Nuclear me han dicho que Garoña está en buen estado, y mucho mejor que otras centrales españolas», asegura Jorge Peña, propietario de la casa rural Torre Arcena, en la localidad de Herrán.

De A Fonsagrada

Se da la casualidad de que en esta pequeña localidad de no más de 30 hogares, habitados fundamentalmente en verano, residen parte del año cinco familias gallegas emigradas a Bilbao, que está a 115 kilómetros de distancia. Y uno de ellos, Enrique López, agricultor de A Fonsagrada, atendió a La Voz: «Creo que la gente de esta zona no está más preocupada por lo ocurrido en Japón. No estoy en contra de las centrales nucleares, siempre que tengan los controles de seguridad que se exigen. Aunque si ya existen otras energías alternativas, que cierren las nucleares. No es mi caso, pero los más reacios a la de Garoña son los que vienen aquí a veranear o pasar los fines de semana».

Pero los que residen allí todo el año, como Ángel Hidalgo y Benito Santamaría (Santa María de Garoña) y Milagros Fernández (Garoña) no viven más preocupados al ver la tragedia que se está viviendo en Japón, pero votarían por el cierre de la central para estar más tranquilos.