Mientras hizo las llamadas, dejó de disparar contra los asistentes al campamento juvenil laborista donde dejó 69 muertos.
13 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Anders Behring Breivik, el autor confeso de los atentados que dejaron 77 muertos en Noruega en julio, asegura que llamó a la policía diez veces antes de su arresto en la isla de Utøya, pero solo pudo comunicarse en dos ocasiones, dijo su abogado, Geir Lippestad, al diario Aftenposten. En sus llamadas, se identificó como «comandante y utilizó su nombre», dijo Lippestad, añadiendo que su objetivo era que la policía no disparara contra él.
Mientras hizo las llamadas, dejó de disparar contra los asistentes al campamento juvenil laborista de Utøya, donde dejó 69 muertos. Entonces consideró suicidarse o seguir con «su operación y decidió continuar hasta que la policía llegara», añadió el abogado. Los testigos confirmaron que hubo una pausa en el tiroteo, lo que podría cuadrar con el relato de Breivik.
Por otra parte, la policía está buscando una cámara de vídeo que el ultra, según algunos medios, podría haber utilizado para filmar la masacre.
El Gobierno noruego anunció ayer la creación de una comisión independiente encargada de analizar la masacre y estudiar la respuesta policial y de otras autoridades para comprobar si fue tardía y si se podrían haber salvado más vidas.