Strauss-Kahn pide perdón por cometer «una falta moral» y no descarta un complot

ESPERANZA SUÁREZ PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

19 sep 2011 . Actualizado a las 13:43 h.

Dominique Strauss-Kahn pidió ayer disculpas a los franceses por haber cometido «una falta moral» que le impidió acudir a la cita que tenía con ellos en las próximas elecciones presidenciales. Sus primeras declaraciones, quince días después de regresar a Francia y cuatro meses después de haber sido detenido por la policía de Nueva York acusado de violar a una limpiadora de hotel, las hizo en el telediario de la TFI, el de máxima audiencia en Francia.

Lo que ocurrió en la habitación del Sofitel fue «una relación inapropiada» de la que no se siente orgulloso y que no acabará nunca de lamentar. «Una falta moral contra mi mujer, mis hijos, mis amigos y los franceses que habían puesto en mí sus esperanzas de cambio». Pero el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) defiende a ultranza que no hubo «ni violencia ni agresión». Cree que «es posible que fuera una trampa» y si hubo complot «ya lo veremos».

El que fuera favorito de los sondeos para suceder a Nicolas Sarkozy ya no es candidato a nada. «Sí quería ser candidato [...] que podía ser útil y aportar respuestas. Todo eso pasado. No soy candidato», dijo. Quiere reflexionar y apuesta por una victoria de la izquierda, pero se mantendrá al margen de las primarias del Partido Socialista.

La cadena de televisión esperaba 12 millones de espectadores porque el caso Strauss-Kahn fascina y divide a los franceses. Según la encuesta Ifop publicada ayer por Le Journal du Dimanche, un 53 % lo quieren fuera de la política, pero un 64 % conceden especial relevancia a su diagnóstico sobre la crisis financiera y sus posibles soluciones. Entre los candidatos socialistas a las primarias hay prisa por pasar página.

Los problemas judiciales de Strauss-Kahn están lejos de acabarse. Tras escuchar casi una veintena de declaraciones, la Fiscalía de París debe decidir ahora si solicita el nombramiento de un juez instructor o archiva la denuncia de Tristane Banon.

El exdirector del FMI negó el lunes durante tres horas haber querido violar a la periodista, pero reconoció haber intentado besarla. Según su versión, no insistió y Banon salió sin problemas del apartamento deshabitado donde la había citado para una entrevista. Ocho años después de los hechos, es palabra contra palabra, sin pruebas que aclaren si fue agresión sexual o intento de violación. En el primer caso, el posible delito ya ha prescrito.

También el frente americano sigue abierto. DSK tiene hasta el día 26 para responder a la demanda civil presentada por Nafissatou Diallo, la limpiadora del Sofitel que lo acusó de violación.