El libertario Ron Paul, un puntal del Tea Party, logra la segunda plaza
12 ene 2012 . Actualizado a las 13:19 h.«Hemos hecho historia», dijo Mitt Romney a sus seguidores la noche del martes tras su victoria en Nuevo Hampshire. No se trataba de una metáfora. Es la primera vez en la historia que un candidato que no está en la Casa Blanca gana las dos primeras votaciones para la nominación. Mientras que en Iowa solo ocho votos lo separaron de Rick Santorum, en Nuevo Hampshire Romney logró el 37 %, muy lejos del segundo, Ron Paul, que consiguió el 24 %.
Romney está lanzado hacia la nominación. Sobre todo si vence en Carolina del Sur el 21 de enero. Las encuestas lo dan como ganador también allí, pero con ventaja escasa. Y es que Carolina del Sur es un estado muy conservador y económicamente maltrecho, con cifras de paro que doblan a Iowa o Nuevo Hampshire, por lo que los republicanos más a la derecha tienen mayores posibilidades. Por esta razón, ninguno se ha retirado todavía.
En las primarias del martes y detrás de Romney y Paul quedó el también moderado Huntsman, con un 17 %. Tras él, Gingrich, con un 10 %, y Santorum, con el 9 %. Los tres habían anunciado ya que seguirían en Carolina del Sur. Hutsman, porque se va a jugar todas sus cartas en estas dos primarias, y los otros dos porque ven en Carolina del Sur la oportunidad de disputar a Romney la nominación.
Tanto Gingrich como Santorum son los candidatos ideales para ese Estado. Las encuestas colocan a Gingrich el segundo, muy cerca de Romney. Y Santorum ha estado subiendo desde que prácticamente empató con Romney en Iowa. Rick Perry, el último en Nuevo Hampshire con un 1 %, también había anunciado que seguiría. La participación de todos puede hacer que, una vez más, Romney se beneficie de la división del voto más conservador.
La otra victoria de la noche en Nuevo Hampshire fue la del libertario Ron Paul y así se lo hizo saber él mismo a sus seguidores: «Hubo otro triunfo esta noche». El septuagenario candidato consiguió, como en Iowa, el voto mayoritario de los menores de 30 años. Y aunque él no lo admite, cada vez se extiende más el rumor de que de no resultar nominado podría presentarse a las presidenciales como independiente y arrastrar muchos votos con él, lo que perjudicaría a Romney.
Los apoyos de Paul son, como su ideología, poco convencionales. Por un lado es uno de los puntales del movimiento Tea Party, pero por otro consigue movilizar a jóvenes de la izquierda y no es raro ver en los campamentos de indignados carteles que lo apoyan.
El desmantelamiento de la Reserva Federal, la vuelta al patrón oro, el fin de todas las ayudas sociales, la reducción del Ejército a mínimos y la no participación en ninguna guerra son sus principales argumentos. Para defenderlos cuenta con dinero, no en vano proviene de Tejas, uno de los estados más ricos del país, y ya ha anunciado que no tiene intención de retirarse.