Pretende introducir una pregunta sobre el aumento de la autonomía en Escocia
25 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Esta será la semana en la que el ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, mostrará por fin sus planes para entablar un referendo sobre la independencia de Escocia en lo que ya se considera como el mayor desafío constitucional que vivirá el Reino Unido en siglos. En concreto, Salmond traza hoy las líneas maestras de su plebiscito: se celebrará en el 2014 y constará de una tercera pregunta, si los escoceses quieren más autonomía.
Salmond y su Partido Nacionalista Escocés (SNP) han calculado los pasos de esta semana con logística militar. Ayer por la noche el ministro principal viajó a Londres para pronunciar un discurso en memoria del periodista Hugo Young, en el que lanzó un mensaje que en Whitehall sonó a paternalismo. «Inglaterra se beneficiará de una Escocia independiente», dijo Salmond: «Será un faro para las ideas progresistas al sur de la frontera». En su opinión, «la independencia ofrecerá a Escocia las herramientas [tributación e impuestos sobre la exportación de alcohol] para poder hacer uso completo de las recursos energéticos», en una clara referencia a los yacimientos de petróleo en el mar del Norte.
El segundo paso lo dará Salmond hoy, cuando ya en Edimburgo diga que prefiere la consulta en el 2014, a diferencia de Cameron, que la quiere en un máximo de 18 meses. Primero, porque el tiempo juega a su favor: tal como muestran las encuestas, crece el sentimiento independentista con el paso del tiempo. Segundo, porque se cumplirán 700 años de la batalla de Bannockburn, una importante victoria escocesa frente a Inglaterra en las guerras de independencia de Escocia. Salmond también explicará que el referendo tendrá tres preguntas, frente a las dos que quiere Cameron: sí o no a la independencia. Salmond quiere preguntar a los escoceses si prefieren un mayor grado de autonomía, para garantizarse de este modo la obtención de algún éxito.
Por último, Salmond se reunirá el viernes en Edimburgo con el ministro británico para Escocia, Michael Moore, para tratar la legalidad o no sobre una consulta convocada por Edimburgo. Según Cameron, en virtud de la ley de 1998 que dio paso a la autonomía escocesa, es el Parlamento de Westminster el único que tiene autoridad para convocar el referendo.