En el mundo islámico, es uno de los mayores signos de desprecio
11 may 2012 . Actualizado a las 20:12 h.Un familiar de una de las 77 víctimas mortales de los ataques de julio de 2011 en Oslo y Utoya lanzó este viernes un zapato contra el autor confeso de los atentados, el noruego Anders Behring Breivik, en pleno juicio en su contra en Oslo.
«¡Asesino! Mataste a mi hermano! ¡Vete al infierno!», gritó un joven durante la lectura de los últimos informes de las autopsias de las víctimas. Según medios locales, se trataba de un joven kurdo del norte de Irak, que perdió a su hermano de 18 años durante la masacre de Utoya.
Pero en lugar de dar a Breivik, el zapato golpeó a su abogada, Vibeke Hein Baera, aunque no resultó herida.
Tras el acto, Breivik se mostró impasible. «Quien quiera lanzarme algo debería hacerlo cuando entre o salga de la sala», lo citaron reporteros del tribunal.
Algunos asistentes al tribunal aplaudieron la acción, mientras el personal de seguridad sacaba al hombre de la sala. El proceso tuvo que ser interrumpido brevemente.
«¡Asesino! Mataste a mi hermano! ¡Vete al infierno!»
El abogado de la familia del joven kurdo explicó después que el acceso de ira expresa la profunda desesperación y luto de los familiares de las víctimas. El joven tuvo que ser atendido después por un médico, sin que por el momento se sepa si su acción tendrá consecuencias legales.
Mostrar o lanzar un zapato es en el mundo islámico un signo de desprecio. En 2008 se hizo famoso en Bagdad el episodio en el que un hombre lanzó un zapato contra el ex presidente estadounidense George W. Bush en una rueda de prensa. Desde entonces se han lanzado zapatos de la misma manera en el mundo occidental en signo de protesta, por ejemplo en manifestaciones.
En el proceso contra Breivik se leyeron este viernes los últimos doce informes de autopsias de las 69 víctimas mortales del ataque al campamento de verano del Partido Laborista en Utoya, perpetrado tras un ataque bomba en el centro de Oslo que dejó otros ocho muertos.