Holanda impone a liberales y laboristas que gobiernen juntos

la haya / efe

INTERNACIONAL

Cualquier otra coalición impediría la estabilidad en el país

14 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Holanda no ha esperado a que pase la resaca electoral y abrió ayer la primera fase de la formación del Gobierno, en la cual se espera que los liberales de derecha, ganadores con 41 escaños, intenten entenderse con los laboristas, que les siguieron con 39 asientos.

El liberal y primer ministro saliente, Mark Rutte, advirtió de que ese proceso «será complicado», pero incidió en que hará lo indecible para que ocurra «lo más rápido posible». Adelantó que para conseguirlo habrá un «silencio mediático» y solo se comunicarán decisiones cuando sean definitivas. Mientras, el laborista Diederik Samsom, cuya formación creció en nueve escaños, no dejó claro que las negociaciones vayan a ser inminentes. «Ahora quiero felicitar a mi equipo», dijo para evitar preguntas.

Con un carácter formal, la primera fase de la formación del Gobierno se inició con una ronda de entrevistas entre la presidenta del Parlamento, Gerdi Verbeet, y los líderes de los partidos con representación. Siguiendo una decisión parlamentaria, la reina Beatriz no será la encargada de citarse con los diputados recién elegidos, aunque su «sustituta» improvisada en ese cargo, la presidenta del Parlamento, la tendrá informada.

Los comicios han deparado varias sorpresas, primero porque han supuesto un varapalo para el populismo extremista del antimusulmán y eurófobo Geert Wilders, que se quedó con 15 escaños, nueve menos que los logrados en 2010. El extremismo de los socialistas de izquierda también sufrió un revés al no confirmar el avance que le pronosticaban los sondeos, aunque pudo mantener los 15 escaños que ya tenía.

La tercera sorpresa fue el debut con dos escaños del partido de los pensionistas «50 plus», mientras que los retrocesos de los verdes y la democracia cristiana, con pérdidas de siete y ocho escaños, respectivamente, estaban descontadas.

Los analistas descartan que los liberales quieran repetir un coalición de centro derecha con la democracia cristiana y los antimusulmanes, combinación que resultó inestable los dos últimos años. A su juicio, la opción más probable es la alianza entre los liberales y los laboristas, que juntos suman una mayoría de 80 escaños sobre un Parlamento de 150 asientos.

Esta combinación también ha sido la más aplaudida por la patronal y los sindicatos, que se mostraron confiados en que cuaje. Los demócratas de izquierda del D66, que ganó dos escaños con un programa de centro, estarían dispuestos a reforzar con sus doce asientos un pacto entre los dos grandes. De cerrarse ese tripartito, cuyo intento de creación fracasó tras en 2010, se repetiría la llamada «coalición lila» que gobernó entre 1994 y 2002 con el laborista Wim Kok a la cabeza.