
El primer ministro británico sufre su peor revés electoral y los antieuropeos obtienen su mejor resultado
02 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El auge de los antieuropeos del pequeño partido UKIP complica la vida a los tories, que caen al tercer puesto en las elecciones parciales del distrito de Eastleigh. En esa ciudad costera inglesa, la lucha por un escaño ?el dejado por el exministro Chris Huhne, a raíz de un proceso judicial-. desencadenó ayer una dura batalla entre las fuerzas políticas del Reino Unido. Pese a la ajustada victoria de los liberales de Nick Clegg, los verdaderos protagonistas fueron los ultranacionalistas del UKIP, que han conseguido el mejor resultado electoral de su historia.
Las dudas inundan ahora al partido de Cameron, que necesita de este escaño si quiere ganar los comicios del 2015. El primer ministro, que en su día describió a los miembros del UKIP como «chiflados y racistas», sufre además el peor revés en las urnas desde que llegó al poder.
Eastleigh es un distrito que se mueve entre liberales y conservadores, de ahí que los laboristas no hayan hecho el mínimo esfuerzo por competir. Lo sorprendente es que casi la tercera parte de los votantes hayan apostado por el UKIP.
«Este es un resultado decepcionante para el Partido Conservador. Pero en este tipo de elecciones parciales los ciudadanos generalmente emiten un voto protesta», admitió Cameron, quien confía en recuperar la localidad para el 2015.
Los liberales ya habían ganado en el 2010, pero tanto ellos como los conservadores han perdido 14 puntos desde hace tres años.
La clave del cambio la tiene Nigel Farage, líder del UKIP, un partido que ha saltado a la palestra por su ideología antiinmigración y anti-UE.
Los votos que han perdido liberales -mermados por varios escándalos internos- y conservadores -acusados de meter al país en el pozo de la austeridad- se han deslizado al UKIP, que del 3,8 % que obtuvieron en el 2010 han pasado al 28 %.
El foco está ahora sobre Cameron, a quien un buen número de tories acusa de ser demasiado liberal y estar regalando votantes al UKIP, algo que quedó claro cuando el mes pasado más de la mitad de su partido votó en contra del matrimonio gay, medida impulsada por él.