China completa su transición y nombra presidente a Xi Jinping

ESPERANZA CALVO PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

JASON LEE

Li Yanchao, de talante reformista, ocupará la vicepresidencia

15 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Era el último cargo que le quedaba por ocupar: convertirse en presidente de una potencia mundial que ya tenía a sus pies desde el pasado mes de noviembre. Desde entonces Xi Jinping es secretario general del Partido Comunista y presidente de la Comisión Militar Central, los dos órganos donde realmente se concentra el poder en China. Ahora, al frente de la jefatura del Estado, su perfil institucional y su proyección internacional saldrán reforzados. El nuevo líder, ingeniero químico de 59 años que habla perfectamente inglés, fue investido ayer presidente mientras un largo aplauso sonó en el inmenso anfiteatro del Gran Palacio del Pueblo de Pekín.

Aparentemente, Xi es el candidato perfecto. Lleva preparándose para ser un líder moderno desde que es niño y en su biografía abundan los datos que lo conectan tanto como con las élites del partido como con el pueblo. Es el hijo de un destacado líder comunista pero que también sufrió en carne propia las purgas de la Revolución Cultural de Mao (1966-1976), lo que le hace compartir pasado con muchos de sus compatriotas.

En un país donde un único partido lleva las riendas desde hace más de sesenta años, el margen para la sorpresa suele ser mínimo. Tanto como que tan solo un delegado de los casi 3.000 que ocupan un asiento en la Asamblea Nacional Popular se ha atrevido a votar en contra. Puede que fuese una equivocación o la disidencia necesaria que evita la tan poco democrática unanimidad. Otros tres han decidido abstenerse.

El camarada Xi

«Declaro que el camarada Xi Jinping ha sido elegido presidente de la República Popular de China», anunció el presidente de la sesión parlamentaria Liu Yunshan. La elección de la palabra «camarada», casi en desuso entre la población, tampoco es casual. Debe quedar claro que Xi Jinping es el heredero de cuatro generaciones de líderes anteriores a él: Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao, a quién el recién investido presidente le dio un fuerte apretón de manos y una última concesión.

Uno de sus hombres, Li Yuanchao, de 62 años, ha sido escogido vicepresidente a pesar de que no forma parte del Comité Permanente del Politburó, como marca la tradición. Su perfil es uno de los más reformistas del nuevo Gobierno, ya que su biografía dice de él que es un hombre formado en Harvard y preocupado por los problemas medioambientales.

Como una prueba más de que todas las iniciativas que van a la Asamblea están pactadas de antemano, las votaciones de ayer también han dado luz verde al paquete de medidas anunciadas el pasado domingo para reestructurar el Gobierno. Se suprimen dos ministerios, entre ellos el de Ferrocarriles, foco de grandes escándalos de corrupción.

El relevo de poder concluirá hoy cuando Li Keqiang sustituirá a Wen Jiabao como primer ministro en una ceremonia idéntica a esta.