Schettino comparece ante el juez por el naufragio del «Costa Concordia»

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Schettino, con su abogado
Schettino, con su abogado CARLO FERRARO

La isla del Giglio pide 80 millones de indemnización por la tragedia

15 abr 2013 . Actualizado a las 22:15 h.

Francesco Schettino, el capitán del crucero Costa Concordia, compareció ante los tribunales al inicio de las vistas previas del juicio por el accidente que dejó 32 muertos en enero del 2012, y tras las cuales el juez debe decidir sobre su posible imputación.

Schettino compareció ante el tribunal luciendo bronceado y no ofreció declaraciones. Los jueces de Grosseto, en la Toscana, deben decidir si imputan al capitán y a otras cinco personas por cargos como homicidio involuntario y lesiones corporales, avería y abandono del barco. Sin embargo, el proceso podría ser largo: están fijadas vistas previas hasta julio y después los jueces tomarán la decisión.

La fiscalía general italiana había exigido en febrero abrir un proceso contra Schettino, dos oficiales, el timonel indonesio, el director de crisis del Costa Concordia y el gestor del hotel del barco. Schettino niega ser responsable del accidente y culpa al timonel y a la sociedad matriz. Asegura que «él dio instrucciones para mantener el barco a un kilómetro de las rocas, por lo que fue un fallo del timonel», dijo su abogado.

Cientos de víctimas y familiares, la comunidad de Giglio y la sociedad de cruceros Costa Crociere se presentarán en el proceso como acusación particular. La isla de Giglio exige 80 millones de euros por los daños causados al municipio por el accidente. Un abogado representante de las víctimas anunció que exigirá 500.000 euros de indemnización por cada afectado. Sin embargo, muchas víctimas ya aceptaron una oferta de indemnización de la naviera de unos 11.000 euros.

Contra la empresa matriz no habrá proceso, ya que la semana pasada llegó a un acuerdo con el tribunal en el que reconocía su corresponsabilidad en el accidente, al tiempo que evitaba un posible juicio. A cambio pagará una multa de un millón de euros en concepto de negligencia de sus trabajadores. Además, la compañía se presentó como acusación particular exigiendo una indemnización por la pérdida del barco.

El Costa Concordia se accidentó el 13 de enero del 2012 ante las costas de la isla de Giglio al chocar contra una roca, partirse y hundirse. De las 4.200 personas que iban a bordo murieron 32. Dos víctimas siguen desaparecidas. A Schettino se le acusa de llevar el barco de 290 metros de eslora demasiado cerca de la costa y después de abandonarlo antes de que pudiera salvarse a todos los pasajeros.