Napolitano, reelegido ante la crisis institucional en Italia

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El presidente acepta repetir mandato por «responsabilidad hacia la nación», pese a sus 87 años

21 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Por primera vez en la historia de la República italiana, ha sido reelegido el presidente para un segundo mandato. Giorgio Napolitano volverá a ocupar el Quirinal otros 7 años, si sus 87 lo permiten. El acuerdo para apoyarlo llegó tras la quinta votación, en la que el Partido Democrático, dividido y aún intentando in extremis encontrar un candidato de consenso, y el Pueblo de la Libertad (PdL) decidieron votar en blanco.

Tras una mañana de contactos, poco antes del inicio de la sexta votación, Napolitano aceptaba la candidatura porque, dijo, «no puedo sustraerme de la responsabilidad hacia la nación. Confío que a esto corresponda una análoga asunción colectiva de responsabilidad».

La alianza entre PD, PdL, Liga Norte y Scelta Civica de Monti dieron a Napolitano 738 votos, muy por encima de los 504 necesarios. Tanto el Movimiento 5 Estrellas como Izquierda, Ecología y Libertad (SEL) apoyaron al jurista Stefano Rodotá, que alcanzó 217 votos.

Las primeras palabras de Napolitano, quien probablemente tomará posesión mañana, han sido una petición a que todos cumplan su deber, en clara alusión a la primera decisión que tendrá que tomar y que será la formación del Gobierno. Todo apunta a que será un Ejecutivo de coalición que podría presidir el ex presidente del Gobierno Giuliano Amato, mientras los vicepresidentes serían Enrico Letta, vicesecretario del PD, o Angelino Alfano, secretario del PdL. Entre los ministros estarían los diez «sabios» a los que encargó preparar el informe sobre las reformas que necesita el país. Ese Ejecutivo tendría una vida corta y limitada a la puesta en marcha de algunas de esas reformas urgentes como la de la ley electoral, necesaria para volver a las urnas.

El PD y Bersani

La elección del presidente de la República ha dejado víctimas por el camino. La principal es el secretario de PD, Pier Luigi Bersani, quien ya el viernes anunció su dimisión, al igual que la presidenta, Rosi Bindi. Bersani no solo no consiguió ganar las elecciones de manera clara y formar Gobierno, sino que se ha enfrentado a un partido dividido y sin ideas claras sobre su futuro. Tras haber insistido en su negativa a formar un Ejecutivo con Silvio Berlusconi, la candidatura pactada de Franco Marini a la presidencia de la República hizo saltar la precaria cohesión del PD.

Además, la ruptura de la coalición de izquierdas es ya un hecho. Nichi Vendola anunció ayer que su partido SEL convocará una asamblea abierta a los disidentes del Partido Demócrata para refundar la izquierda.

En tanto, el líder del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, llamó a la protesta ciudadana tras calificar de «golpe de Estado» la elección de Napolitano. Cientos personas aguardaban anoche cerca de la Cámara que llegase el cómico para iniciar la «Marcha sobre Roma».

El gran vencedor de la crisis es Silvio Berlusconi, quien ha conseguido un presidente partidario de un Gobierno de coalición, como propuso él desde el principio, y ha esquivado candidaturas «incómodas» como la de Romano Prodi y Stefano Rodotá.