Acepta reabrir las negociaciones para la adhesión a la UE, pero dice que se debe tener presente la violenta represión
28 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La canciller Angela Merkel lanzó ayer una nueva advertencia a Turquía, en relación a sus aspiraciones de ingresar en la Unión Europea, y afirmó que el respeto a los valores democráticos «no es negociable».
Turquía «es un valioso socio», indicó la canciller en una intervención ante el Parlamento federal, pero «los valores democráticos europeos en cuanto a libertad de expresión y manifestación no son negociables».
Merkel calificó de «correcta» la decisión de reabrir las negociaciones de adhesión, después de tres años de estancamiento, al tiempo que advirtió de que no «se debe actuar» como «si nada hubiera ocurrido», en alusión a la violenta represión de las manifestaciones en Turquía.
La UE decidió esta semana reabrir el proceso de adhesión del país euroasiático, aunque retrasó hasta el otoño las negociaciones como consecuencia de la ola de protestas antigubernamentales.
El nuevo capítulo se abrirá oficialmente ahora y las negociaciones comenzarán de forma efectiva en otoño, después de que la Comisión Europea (CE) presente su informe sobre los progresos de Turquía hacia la adhesión.
Esta fórmula, propuesta por Alemania, supone un compromiso entre los países que abogaban por comenzar esta misma semana la negociación con Turquía y los que preferían no hacerlo ante la situación en el país.
«Recurso excesivo a la fuerza»
Alemania había bloqueado días antes la apertura del nuevo capítulo frente a la postura de otros miembros y de la CE, que abogaban por intensificar el compromiso con Turquía.
Sobre la represión policial en las protestas se pronunció ayer el Consejo de Europa, órgano que denunció el «recurso excesivo a la fuerza» contra los manifestantes en Turquía pero también en Francia, donde se usaron gases lacrimógenos durante las manifestaciones contra el matrimonio homosexual.
La resolución hace un llamamiento a las autoridades a «supervisar que la acción de la policía, si es necesaria, sea proporcional» en las manifestaciones. El texto fue votado por la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, que reúne a los 47 países de esta organización cuyo objetivo es defender la democracia y los derechos humanos en el continente.
La resolución recuerda los disturbios en las afueras de Estocolmo en mayo como un ejemplo de «manifestaciones pacíficas en Europa».