«Es un arma demasiado horrible para ser usada», asegura el presidente de Estados Unidos
09 oct 2013 . Actualizado a las 00:56 h.Barack Obama ha elevado hoy el nivel de sus críticas por el cierre de la Administración y ha asegurado que un desacuerdo que impidiera aumentar a tiempo el techo de la deuda nacional sería «caótico» y tendría los efectos de una «bomba nuclear».
El presidente de Estados Unidos utilizó las palabras del inversor Warren Buffett y comparó la falta de acuerdo para subir el techo de endeudamiento con «una bomba nuclear, un arma demasiado horrible para ser usada». Si no se aumenta ese límite para pagar obligaciones ya contraídas antes del 17 de octubre, «será mucho peor» que la actual paralización de Administración federal.«Déjenme ser claro, no hay escenario u opción buena, no hay un remedio extraordinario, no hay varita mágica que nos permita evitar el caos que se desencadenaría por primera vez en nuestra historia si no pagamos nuestras facturas», advirtió Obama.
El presidente fue especialmente crítico con los congresistas republicanos radicales que han minimizado las consecuencias de no aumentar el techo de endeudamiento, y dijo que difundir esas ideas es especialmente «irresponsable». Obama advirtió de que el país no puede «hacer de la extorsión una rutina» de la democracia en relación a la estrategia de la oposición republicana, que no ha permitido aprobar una ley de presupuesto temporal que evitara la paralización de la administración. Se refirió de ese modo a los repetidos intentos de los congresistas republicanos de incluir en la ley presupuestaria una disposición que eliminara los fondos para la reforma sanitaria promulgada por el presidente en el 2010.
Por otra parte,Obama insistió en que estaría «feliz de hablar» con los líderes republicanos de la Cámara de Representantes sobre el presupuesto, pero sin que «penda la amenaza del caos económico» sobre los ciudadanos. «Dejemos estas amenazas lejos de nuestras familias y nuestros negocios, y empecemos a trabajar», dijo el presidente en una rueda de prensa en la Casa Blanca en la que acusó de nuevo a una facción radical republicana de haber buscado la paralización de la Administración desde el principio.