«Las tragedias no solo dejan heridas físicas, sino también psicológicas», afirma
15 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Desde Manila, donde reside, el periodista y escritor ourensano José Rodríguez Rodríguez (San Xoán de Río, 1950) hace balance de la tragedia y el futuro tras el paso del tifón. «Toca enterrar a los muertos y afrontar una reconstrucción que llevará mucho tiempo», afirma por teléfono a La Voz.
Manila no se ha visto afectada por el paso del Haiyan, o Yolanda, como lo bautizaron los filipinos, pero sus habitantes se han volcado con los damnificados. «La movilización alcanza todos los ámbitos. Se está recaudando fondos en televisión, en las iglesias y en conciertos». También explica que los filipinos residentes en el extranjero no han dudado en ayudar a sus compatriotas, al igual que muchas empresas.
«La imágenes que nos llegan y los testimonios son de desolación y muerte. Una catástrofe sin precedentes», afirma Rodríguez, que ha pasado la mayor parte de su carrera profesional como periodista en la región de Asia-Pacífico, donde fue delegado general de la agencia Efe.
Lo ocurrido con el tifón le hizo recordar su trabajo cubriendo en 1991 las inundaciones ocasionadas por una tormenta en Ormoc, muy cerca de Tacloban, que dejó 8.000 muertos. «Fui testigo directo de ese horror, vi miles de cadáveres flotando. La tragedia no solo deja heridas físicas, sino también psicológicas, que durarán muchos años», apunta.
Recuerda que Filipinas está expuesta a este tipo de desastres naturales. «Esta en el llamado cinturón de los tifones y también en el anillo de fuego del Pacífico, con una intensa actividad sísmica y volcánica, como la que en 1991 despertó al volcán Pinatubo. Pero, sobre las críticas contra el Gobierno por la falta de un plan de contingencia, comenta que «nadie esperaba una tormenta del tal calibre, tan grande y tres veces más fuerte que el huracán Katrina». «Pese a haberse anunciado como un supertifón, no esperaban tal virulencia. Nunca pensaron que fuera tan catastrófico en sus dimensiones y sobre todo que afectará al nivel de las aguas. Nadie sospechaba que iba a ser como un tsunami».
Sobre la ayuda, asegura que está llegando y que EE.UU. «se está volcando», pero «hay que conseguir ahora que llegue a todos». La vida de José Rodríguez lleva años ligada a Filipinas y a su empeñó en dar a conocer la huella de Galicia en la historia del país asiático. Casado con la retratista filipina Lourdes Coching, es fundador del Centro Gallego y coautor de Cruceiros. Pronto volverá a Galicia para presentar su nuevo libro.