En medio de acusaciones entre Bruselas y Moscú, Ucrania mantiene la renuncia de asociarse con la UE
27 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Ucrania seguía siendo ayer escenario de protestas proeuropeas tras la renuncia del Gobierno a asociarse con la UE, en medio de acusaciones entre Bruselas y Moscú. El primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, admitió ayer que Rusia pidió a su país que retrasara la firma del acuerdo con la Unión Europea y entablara negociaciones con Moscú, aunque negó que abortar el pacto tuviera contrapartidas.
La UE acusa a Rusia de haber presionado a Ucrania, y el acusado insiste en negarlo pese a que la realidad no le da la razón. En Trieste y junto a Enrico Letta, el presidente Vladimir Putin confesó su «estupor» por las críticas de los Veintiocho y pidió a sus dirigentes que se abstengan de hacer declaraciones «molestas», antes de señalar que el acuerdo comercial entre Ucrania y la UE suponía una gran amenaza para Rusia.
Antes de partir hoy a Vilna para participar en la cumbre comunitaria, el presidente Víkotr Yanukóvich aseguró que las condiciones ofrecidas por la Unión a Ucrania eran «humillantes» y esperará mejores condiciones. A buen seguro los líderes comunitarios le pedirán explicaciones por su repentina decisión de optar por Rusia y dejar a Bruselas en la estacada.
Pese a las temperaturas bajo cero y una gran nevada, la oposición ucraniana continúa por tercer día consecutivo el mitin indefinido en la plaza de Europa de Kiev y unas cien personas siguen concentradas frente a la sede del Gobierno para exigir la dimisión de Azárov.
Rusia acusó a la UE de instigar las protestas, mientras los eurodiputados de la comisión de Exteriores advirtieron a Kiev de que habrá «serias consecuencias» si emplea la fuerza contra las manifestaciones.