«Experimento un increíble sentimiento de libertad». Mijaíl Jodorkovski definió así su primer día como hombre libre al semanario opositor ruso The New Times. «Les agradezco a todos los que me apoyaron durante todo este tiempo», añadió, pero anunció que aún «queda mucho por hacer, la liberación de los que aún están en prisión y, sobre todo, la de Platón Lebedev», su socio de Yukos.
Su viaje a Alemania da a entender que podría buscar un país de asilo, aunque el portavoz del Kremlin afirmó a la AFP que Jodorkovski era libre de volver a Rusia. «Un retorno a Rusia no está en el orden del día», declaró la diputada de los Verdes alemanes Marieluise Beck, después de reunirse con Jodorkovski, por cuya libertad lleva luchando muchos años.
Está hospedado en el hotel Adlon, muy cerca de la Puerta de Brandemburgo. Su hijo Pavel, residente en Nueva York, fue el primero en reunirse con él. «Mi padre es un hombre libre por fin», dijo en Twitter. Horas después llegaron de Moscú sus padres, Marina y Boris. Su esposa era también esperada en Berlín.