De Charles de Gaulle, cuya esposa era llamada afectuosamente por los franceses «tía Yvonne», a François Hollande, la vida privada de los inquilinos del Elíseo ha estado salpicada de sonadas historias de amor.
Valéry Giscard D'Estaing
El camión del lechero. Fue con él cuando la vida amorosa de un presidente irrumpió en la plaza pública. Se le atribuyeron muchas relaciones, entre ellas una con la fotógrafa Marie-Laure de Decker. En 1974, el semanario satírico Le Canard Enchaîné reveló el llamado caso del camión del lechero: los bomberos y la policía tuvieron que intervenir al alba cuando el coche del presidente, en bella compañía (se habló de una actriz), chocó con la camioneta de un lechero. En el 2009, tuvo que desmentir una relación con Lady Di, después de dar a entender que la princesa había sido sensible a sus encantos.
François Mitterrand
Hija ilegítima. La revelación más sensacional sobre la vida amorosa de los líderes galos tuvo lugar durante la presidencia de Mitterrand (1981-1995). Los rumores sobre su doble vida corrían desde hacía tiempo cuando la revista Paris-Match publicó el 3 de noviembre de 1994 las fotos de Mazarine Pingeot, hija natural de una relación extramatrimonial desde hacía años con la historiadora Anne Pingeot. A su entierro asistieron las dos familias.
Jacques Chirac
Sólida reputación. Cuando Jacques Chirac ocupó la presidencia en 1995 tenía ya una sólida reputación en asuntos de amores. En un libro de entrevistas con el periodista Pierre Péan publicado en el 2007, reconoció su gusto por las mujeres, aunque agregó que «nunca había abusado» y calificó de exageradas las palabras de su esposa Bernadette, según la cual las mujeres «galopaban» tras él.
Nicolas Sarkozy
Divorcio y boda. Cuando Sarkozy fue elegido presidente, en mayo del 2007, la prensa del corazón se frotó las manos: el aire ausente de su esposa Cecilia en la celebración del triunfo de su marido desembocó en divorcio cuatro meses después. Poco antes de Navidad, la prensa publicaba fotos del presidente con Carla Bruni en Eurodisney y después se hacía eco de sus vacaciones en Jordania y Egipto. En enero del 2008 en plena conferencia presidencial Sarkozy espetó: «Con Carla es serio». La boda se celebró semanas después.