Nicolás Maduro anunció ayer la destitución del director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin, policía política) tras acusar a este organismo de «desobedecer órdenes directas». En los medios locales se especula sobre la existencia de «dos Sebin», uno leal a Maduro y otro que responde a otros intereses. La investigación sobre la muerte de dos manifestantes y un miembro de los colectivos chavistas el 12-F a manos de agentes de la policía política ha dejado en evidencia que no todos en ese cuerpo acatan órdenes presidenciales.
El general Miguel Bernal fue sustituido al frente de Sebin por Gustavo González López, hasta ahora jefe de la Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo creado por Hugo Chávez pese a su carácter anticonstitucional, y que depende directamente del presidente de la República. El nuevo director era uno de los hombres más cercanos a Chávez, de quien fue compañero de promoción, y es uno de los hombres más radicales del Gobierno.
González fue también presidente del Metro de Caracas (2005-09) y en ese cargo fue cuestionado por un contrato de más de 1.300 millones de euros que se otorgó directamente, sin licitación, al Consorcio CSM, formado por tres empresas españolas. La Justicia no investigó el caso.
La noche del domingo, Maduro anunció que había un grupo de funcionarios del Sebin que incumplieron la orden de permanecer acuartelados y no salir a la calle el 12-F. «Fui yo quien dio esa orden», dijo.
La reconstrucción de lo ocurrido el 12 de febrero hecha por el diario Últimas Noticias, a partir de imágenes tomadas por sus fotógrafos y vídeos de vecinos de la Candelaria, involucra a agentes del Sebin en los disparos que acabaron con la vida de Bassil Dacosta, de 23 años. Las imágenes muestran a agentes, algunos uniformados y otros de civil, escondidos en las esquinas o recorriendo la zona en moto y desenfundando sus armas, ante la indiferencia de la Guardia Nacional. En la Candelaria también cayó, al parecer por error, el chavista Juancho Montoya. La tercera víctima, Robert Redman, murió a tiros horas después y en otro lugar de la capital, Chacao. Pero fue uno de los que auxiliaron a Dacosta tras caer herido.
Los agentes que aparecen disparando en las fotos están detenidos, pero la Fiscalía General no ha abierto ninguna diligencia contra ellos.