La sombra de la quiebra económica se cierne sobre Ucrania

AFP

INTERNACIONAL

Los últimos conflictos han conseguido hundir más la situación financiera de un país cuyo futuro depende en gran medida de las ayudas de países como Rusia

21 feb 2014 . Actualizado a las 18:47 h.

El reciente estallido de violencia en Ucrania amenaza con hundir a la frágil economía del país en una importante quiebra. Con su nota financiera degradada al nivel de una nación al borde del impago, parece que la sostenibilidad queda en manos de la llegada de un importante paquete de ayuda desde Rusia.

Desde hace meses, inquieta a los mercados la situación financiera de este país que renunció bruscamente, a fines de noviembre, a un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.

En su lugar, Ucrania obtuvo un plan de rescate de Rusia -país del que es estrechamente dependiente-, que incluyó un crédito de 15.000 millones de dólares y una reducción del precio del gas importado, que suponen otros miles de millones de dólares.

Pero la escalada de violencia desde finales de enero, y el derramamiento de sangre del jueves, han vuelto a hundir al país en la incertidumbre. Rusia, tras haber entregado 3.000 millones a fines de diciembre, anuló esta semana otra entrega de 2.000 millones, alegando que antes era necesario un retorno a la tranquilidad.

La población vive una creciente angustia. Según la prensa local, le gente hace acopio de alimentos, por temor a una penuria. Algunos bancos han cerrado agencias o reducido las horas de apertura. Tras la introducción de limitaciones a las retiradas de efectivo, se forman colas ante los cajeros automáticos, por lo que la federación interbancaria EMA tuvo que precisar que la medida obedecía a cuestiones de seguridad y no a problemas de liquidez en el sistema bancario.

La divisa local, la hryvnia, ha perdido desde principios de año un 10 % de valor ante el dólar pese a las drásticas medidas para restringir los movimientos de capitales.

En este contexto, a nadie ha sorprendido la reciente decisión de la agencia de calificación financiera Standard & Poor's, que rebajaba este viernes la nota de Ucrania haciéndola pasar a «CCC», lo que corresponde a un país al borde del impago. Además, la perspectiva es negativa, lo que significa que la agencia puede rebajar su calificación a corto o medio plazo.

S&P justificó su decisión alegando «la degradación sustancial» de la situación, estimando que después de los enfrentamientos de los últimos días entre el gobierno y la oposición, con saldo de decenas de muertos, «el contexto está fuera de alcance un compromiso político». «Pensamos que esto acentúa la incertidumbre en cuanto al apoyo financiero de Rusia en el 2014, y plantea un riesgo creciente para la capacidad del gobierno de pagar sus deudas», explica la agencia.

En los mercados, la situación de Ucrania genera pánico. Los tipos de interés de la deuda ucraniana a corto plazo se dispararon a 34 %, contra el 5 % de hace un mes. Los títulos a 10 años pasaron a un 11,3 %, frente al 8,5 % al que estaban en enero.

Es cierto que la tendencia era, este viernes, hacia una leve mejora, tras las concesiones anunciadas por el poder. Sin embargo, las tasas ucranianas siguen siendo superiores a las de los países de la UE en las peores dificultades, como por ejemplo Grecia.

Ahora, queda la incertidumbre sobre la posición que adoptará Rusia sobre su prometida ayuda. «Cuanto más dure el caos, más difícil le será a Ucrania evitar la suspensión de pagos» constata Lilit Gevorgyan, economista de la sociedad de analistas IHS Global Insight. «Ni siquiera Rusia está dispuesta a poner sus recursos en juego en el actual vacío político en Ucrania», añade.

Las autoridades ucranianas han gastado miles de millones de dólares, durante todo el año pasado, cuando el país se hallaba en recesión, para sostener a su moneda. Las reservas de divisas cayeron así a un nivel peligrosamente bajo.

Según los expertos, si Ucrania se vuelve hacia Rusia, ello podría generar un freno a las inversiones occidentales. En cambio, si reanuda un acercamiento a la UE, los vientos virarían radicalmente provocando muy posiblemente una degradación del comercio de Ucrania con Rusia, que representa un 25 % del total de sus intercambios con el exterior.