La Justicia cerca a Sarkozy y pone en peligro su regreso a la política

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Su abogado y dos fiscales, detenidos preventivamente para ser interrogados

01 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Nicolas Sarkozy ve como el cerco judicial se estrecha sobre él, poniendo en serias dudas su deseado regreso a la política para optar de nuevo a la presidencia. Su abogado, Thierry Herzog, y dos fiscales del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert y Patrick Sassoust, fueron detenidos ayer de forma preventiva para ser interrogados en un caso de tráfico de influencias y de violación del secreto de la instrucción, en el que es citado el nombre del expresidente francés. El propio Sarkozy será en breve el próximo en ser interrogado por el mismo caso, según desvelaron fuentes judiciales a la agencia France Press.

Los investigadores intentan determinar si Sarkozy y su entorno crearon una red de informadores, que les mantenía al tanto de la evolución de los procesos judiciales que amenazan al político conservador, a cambio de la promesa de un alto cargo. Azibert habría recibido la promesa de un cargo prestigioso.

En el marco de la investigación iniciada en febrero por la Fiscalía nacional financiera, la policía trata de saber si Sarkozy fue informado ilícitamente de la decisión de pinchar su teléfono. Esta medida espectacular respecto a un expresidente fue decidida en septiembre en el marco de otra investigación, la de las acusaciones de financiamiento por la Libia de Muamar Gadafi de la campaña presidencial de Sarkozy en el 2007.

Este procedimiento judicial se prosigue en momentos en que en Francia se habla cada vez más del regreso de Sarkozy a la política a través de su vuelta al liderazgo de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), en medio de una crisis sin precedentes a raíz de un escándalo de falsas facturas.

Los domicilios y despachos de Gilbert Azibert y Thierry Herzog fueron ya objeto de registros a principios de marzo. La policía incautó entonces material informático del abogado. El asunto se inició en el segundo trimestre del 2013, cuando varios allegados de Sarkozy fueron puestos bajo escucha telefónica a raíz de la investigación sobre los fondos libios: los exministros Claude Guéant y Brice Hortefeux, así como Michel Gaudin, exjefe de la policía nacional.

Conversaciones telefónicas

Este último, que tras la derrota electoral de Sarkozy en el 2012 pasó a ser director de gabinete, mantuvo varias conversaciones que interesaron a la policía. Aparentemente, quiso obtener información, en vano, sobre el caso Gadafi del jefe de los servicios de inteligencia interior, Patrick Calvar. Los jueces tomaron entonces la decisión, sin precedentes, de poner bajo escucha al expresidente, en especial el teléfono que usaba con el seudónimo de Paul Bismuth para hablar con Herzog.

Además de los casos del financiamiento libio y del tráfico de influencias, la Justicia lleva a cabo varias otras investigaciones que podrían ser otros tantos escollos en el camino de retorno a la política de Sarkozy. Su nombre es citado en media docena de causas.