La Casa Blanca declara oficialmente que está en guerra con el Estado Islámico
14 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El secretario de Estado, John Kerry, sumó ayer a Egipto a la coalición para acabar con el Estado Islámico, y alejó a Irán. «No sería apropiado» para Teherán, dijo Kerry, explicando que ese un régimen chií puede ser visto como una amenaza por Arabia Saudí, el aliado suní de Estados Unidos. La falta de acuerdo en público no significa que en la práctica Teherán y Washington no colaboren contra un enemigo común, como en la práctica están haciendo.
Irán no fue invitado a la conferencia internacional prevista mañana en París para organizar la lucha contra los radicales islamistas. El régimen de los ayatolás reaccionó señalando que de todas formas no quiere participar en ella. «Lo que le interesa a Irán es una lucha real y no selectiva contra el terrorismo en la región y en el mundo. Vamos a continuar a apoyar con fuerza a Irak y Siria en su lucha contra el terrorismo», declaró el viceministro iraní de Exteriores Hoseín Amir Abdollahian, según AFP.
Irán, la potencia chií en Oriente Medio, apoya a los gobiernos sirio e iraquí, aunque también a los kurdos de Irak en su lucha contra los yihadistas. Además acusa a Europa, Arabia Saudí, Catar y Turquía de financiar y armar a los grupos rebeldes sirios, lo que ha favorecido la aparición de grupos yihadistas como el Estado Islámico o el Frente al Nusra, filial de Al Qaida.
Egipto se sumó a la coalición, pero recordó a Washington que los otros grupos terroristas que operan en la región comparten vínculos ideológicos y operacionales con el EI. El Gobierno de Al Sisi trata de incluir así su conflicto interno en la guerra antiterrorista de EE.UU., informa Efe. Desde el golpe militar que derrocó al islamista Mursi en 2013, el país sufre una oleada de atentados terroristas reivindicados por grupos yihadistas que han convertido la península del Sinaí en su fortín y amenazan con expandirse ahora a Libia.
Inevitable
La Casa Blanca declaró oficialmente que Estados Unidos está «en guerra» contra el Estado Islámico, en un intento de solucionar un desliz semántico sobre la estrategia anunciada el miércoles por el presidente Barack Obama.
En su recorrida por Oriente Medio, John Kerry pareció reticente a usar el término «guerra» para calificar las operaciones contra los yihadista. Sin embargo, la noche del viernes el Pentágono y la Casa Blanca no dejaron dudas sobre la manera en que entienden el conflicto.
«Estados Unidos está en guerra contra el Estado Islámico de la misma manera que estamos en guerra contra Al Qaida y sus afiliados en todo el mundo», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, durante su conferencia de prensa diaria. Un mensaje similar dio horas después el portavoz del Pentágono, contraalmirante John Kirby.