
La decisión, que divide el voto socialdemócrata, puede beneficiar a Syriza
03 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El futuro del que fue durante 30 años el partido más importante de Grecia, el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), era hasta ayer más que dudoso. Con la entrada del nuevo año se ha hecho directamente sombrío. La causa es el anuncio realizado por su antiguo líder, ex primer ministro e hijo del fundador, Yorgos Papandreu, de que concurrirá a las elecciones del próximo día 25 con un proyecto de nueva creación que llevará por nombre Movimiento para el Cambio y que competirá en el mismo espacio político de centro izquierda.
Las diferencias de Papandreu con el actual líder del PASOK y eterno rival suyo, Evángelos Venizelos, venían de antiguo y eran ampliamente conocidas. Le reprochaba, entre otras cosas, haber abandonado el programa de reformas emprendidas por él cuando era primer ministro, desde 2009 hasta 2011, en los primeros años de la crisis y del primer rescate. Las desavenencias llegaron a un punto de no retorno hace unas semanas, en lo que parece un síntoma de descomposición definitiva pese a los intentos de Venizelos de conjurar la escisión.
La ruptura agrega complejidad al ya complicado mapa de partidos griego y puede convertir en un galimatías la elección para el electorado de izquierdas, dado que son varias las formaciones que reclaman para sí la bandera del progresismo.
No es solo el PASOK o Syriza, partido al que Papandreu califica como clientelar y del que dice que está dominado por fuerzas antieuropeas. Hay que contar también con Dimar, que formó parte de la coalición tripartita durante un año y que actualmente se debate entre la disolución y la alianza con los ecologistas tras un breve coqueteo con la formación de Tsipras, en cuyas listas aspiraba a participar manteniendo su marca. Otra formación de izquierda moderada es To Potami (El Río), creada poco antes de las elecciones europeas del año pasado por el periodistas Stavros Theodorakis y que cuenta con expectativas razonables de tener presencia en el próximo Parlamento.
Por contraste, las últimas encuestas daban al PASOK un 4 % de las preferencias, una cifra que está escasamente por encima de la barrera mínima del 3 %. Nadie duda, sin embargo, de que la nueva formación de Papandreu puede dividir el voto y de que, como consecuencia, el PASOK se arriesga a desaparecer de la escena griega. El mayor beneficiado podría ser Syriza y el gran perjudicado, el todavía primer ministro Samarás, que perdería con seguridad a un aliado para formar mayoría alternativa a la del Podemos griego.