A seis meses de las legislativas, el ambiente se incendia con la guerra abierta entre el primer ministro y el socialista Sócrates
06 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A poco más de seis meses de las elecciones legislativas en Portugal, las deudas con el fisco acosan al primer ministro Pedro Passo Coelho, a lo que se une la pérdida de intención de voto y su popularidad en los sondeos.
La opinión pública lusa se ha incendiado tras conocer el impago durante cinco años, entre 1999 y el 2004, del entonces trabajador autónomo Passos Coelho, de su cuota a la Seguridad Social. La deuda de 4.000 euros fue saldada en febrero por el primer ministro, tras destapar la noticia el diario Público. Pero la polémica se reavivó ayer cuando el semanario Expresso publicó que el dirigente, además de esa deuda, tuvo también cinco procesos con Hacienda, entre el 2003 y el 2007, por irregularidades en el pago de sus declaraciones de la renta, que ascienden a unos 6.000 euros.
En un ambiente preelectoral, se ha desatado una guerra entre el primer ministro conservador y su antecesor, José Sócrates, y a la postre entre sus partidos, el PSD y el PS. Las encuestas preelectorales no le dan ni al PS ni al PSD una clara victoria para gobernar en solitario. Ambos partidos no viven su mejor momento. Sócrates, en prisión preventiva desde hace tres meses imputado por fraude fiscal, tráfico de influencias y corrupción, le ha dejado a su sucesor, Antonio Costa, una patata caliente que puede tener repercusiones electorales.
Sócrates envió ayer una durísima carta a Passos Coelho, publicada por Diario de Noticias, en la que le acusa de «miseria moral» y de «querer dar un contorno político a sus deudas desviando la atención mediática hacia mi? que lo único que intento es defender mi inocencia».
«Recibos verdes»
Aunque lo que ha alterado los ánimos del portugués de a pie, que mayoritariamente trabaja en una situación precaria, como autónomo o falso autónomo, «a recibos verdes», como se denomina aquí, son las palabras de Passos Coelho reconociendo su error «por desconocimiento de la ley». Añadiendo: «No recibí notificación de la Seguridad Social, hasta el 2012 cuando ya era primer ministro». Los analistas lusos se preguntan ¿Por qué sabiendo, desde el 2012, lo de su deuda ha esperado a que fuera noticia hace unos días para pagarla, cuando ya había prescrito?
Otra de las cuestiones más comentadas estos días es si cometió o no un delito. Sumando sus deudas a la Seguridad Social y a Hacienda, se llegaría a los 10.000 euros, ya considerado como delito, aunque prescrito por haber pasado cinco años. Según la ley portuguesa se considera delito cuando se superan los 8.000 euros de impago a la seguridad Social o a Hacienda.
João Montenegro, el portavoz del PSD en el Parlamento portugués, avanzó ayer que «el primer ministro dará todas las explicaciones pertinentes, en el debate quincenal del día 11».