
El caos y la desintegración institucional propician la proliferación de las mafias
22 abr 2015 . Actualizado a las 15:08 h.Libia ha sido desde hace años la principal ruta de África para el tránsito de miles de inmigrantes por su ubicación estratégica. Pero ¿por qué ahora se ha convertido en la principal lanzadera del éxodo provocando una de las peores crisis humana? La principal causa es el Estado fallido en que se ha convertido el país, lo que ha propiciado la proliferación de las mafias de traficantes. Otra es el control reforzado en las rutas del oeste hacia España y en el este la terrestre por los Balcanes.
¿Hay forma de controlar el tráfico de personas?
En tiempos de Moamar Gadafi, él dictaba a Bruselas el precio a pagar para contener el flujo migratorio. En el 2008, la mayoría de los 37.000 inmigrantes que desembarcaron en Italia habían salido de playas libias. Para poner fin a ese tránsito Gadafi firmó un acuerdo de amistad con su entonces amigo Berlusconi. Dos años después, la UE rubricó un acuerdo de cooperación que incluía pagar a Libia 50 millones de euros durante tres años. El acuerdo siempre estuvo a expensas de los caprichos y amenazas del dictador y cuestionado por las denuncias de Acnur y las oenegés sobre los deplorables centros de detención en que se encerraba a los inmigrantes antes de ser devueltos a sus países de origen o abandonados en el desierto.
¿Quién gobierna?
Tras la caída de Gadafi en el 2011, el último intento de llevar al país hacia una transición democrática fracasó en el 2014. En ese año se materializó la desintegración institucional y la práctica ruptura del país en dos. Desde entonces hay dos Gobiernos y dos Parlamentos. En el oeste, Amanecer Libia, que engloba a grupos islamistas y tribales, estableció un Gobierno rebelde en Trípoli. En Tobruk, en el este, está la sede del Gobierno reconocido por la comunidad internacional.
¿Qué desató la guerra?
En un país estructurado en regiones tribales, las milicias que lucharon contra Gadafi siempre se negaron a entregar las armas y las zonas conquistadas. Ahora milicias, oficiales del antiguo régimen, líderes tribales y señores de la guerra que trafican con personas, armas y drogas se disputan el control de la principal riqueza del país: los hidrocarburos. El general Jalifa Haftar -antiguo oficial de Gadafi y en el que algunos han querido ver el Abdel Fatah al Sisi libio- se alzó por cuenta propia contra las fuerzas islamistas de Trípoli en apoyo del Gobierno de Tobruk. Egipto, Catar y los Emiratos Árabes Unidos, con el apoyo tácito de Arabia Saudí, se unieron a su lucha.
¿Cuándo surge el peligro yihadista?
La infiltración de yihadistas comenzó el día que comenzó la revolución para acabar con Gadafi. Los radicales ganaron influencia al mismo tiempo que se apoderaban del arsenal del Ejército libio. Primero fue Al Qaida. Ahora es el Estado Islámico, que se ha hecho fuerte sobre todo en Dera (oeste). Allí se dedica a entrenar a sus reclutas (como a los autores del atentado del Bardo) y a degollar a inmigrantes cristianos.