La ONU acusa de violar a niños en Centroáfrica a soldados franceses

nicolás pan montojo BURDEOS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

ERIC FEFERBERG | AFP

Hollande promete sanciones «ejemplares» si se confirman las acusaciones

01 may 2015 . Actualizado a las 08:12 h.

La Justicia francesa confirmó ayer que está investigando la implicación de soldados franceses en un posible escándalo de violaciones a niños en el marco de la intervención pacificadora en la República Centroafricana. La filtración a través de The Guardian de un informe de la ONU sobre posibles abusos sexuales a niños de entre 9 y 12 años ha sacudido los cimientos de una operación que hasta ahora había recibido numerosas alabanzas por su buen hacer, obligando al presidente Hollande a anunciar sanciones «ejemplares» de confirmarse las graves acusaciones.

El pasado miércoles, The Guardian reveló la existencia de un informe confidencial de la ONU titulado Abusos sexuales contra niños por parte de las fuerzas armadas internacionales. El informe recoge los testimonios de cuatro niños centroafricanos que acusan a soldados franceses de haberlos violado y de haber abusado de ellos a cambio de comida o dinero en un centro para desplazados internos en Bangui, capital de Centroáfrica, entre diciembre del 2013 y junio del 2014. Otros dos niños dicen haber sido testigos de los hechos. Algunos de los testimonios son tan detallados que incluso dan datos sobre los tatuajes de los agresores.

El responsable de la filtración a la Justicia francesa y los medios es Anders Kompass, responsable de operaciones de campo de la ONU, que se habría decidido a hacerlo, según Le Monde, en vista de que el informe no avanzaba y ha sido suspendido por revelar información confidencial. Una decisión que ha levantado las críticas de los medios y del Gobierno sueco, que acusan a la ONU de preocuparse más de eliminar filtraciones que de reparar los perjuicios causados.

De confirmarse las acusaciones, sería de un duro varapalo para la operación Sangaris, lanzada por Francia en colaboración con la ONU para poner fin a los sangrientos combates entre milicias cristianas y musulmanas en el país africano. Hasta ahora, el apoyo político y público a esta misión, en la que participan 2.000 soldados franceses, era casi total, y la misión fue alabada por su eficacia y buen trato a la población local, hasta el punto de convertirse en modelo de otras intervenciones humanitarias.

François Hollande fue el primero en valorar la gravedad de los hechos, asegurando en una conferencia de prensa que será «implacable» si se confirma que «algunos soldados se comportaron mal». Para el presidente, «ninguna mancha debe mancillar el uniforme» francés y confirmó que la Fiscalía lleva investigando los hechos desde que tuvo conocimiento del informe, en julio pasado. Además, el Ministerio de Defensa señaló que había abierto una investigación interna para verificar los hechos. Por ahora solo se conocen las identidades de algunos investigados, pero no el número exacto, aunque según algunas fuentes señalan que fueron 14 soldados franceses y cinco no europeos.

La filtración y la presión mediática podrían acelerar un proceso de cuyos resultados dependería la credibilidad e incluso la continuidad de la misión.