Peña Nieto se somete a su primer test en las elecciones legislativas

C. O. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Mario Arturo Martínez | EFE

La campaña mexicana se cerró con el séptimo asesinato de un candidato

04 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el asesinato de otro candidato, Miguel Ángel Luna, México vivió ayer el final de una campaña marcada por la violencia y los llamamientos a boicotear las elecciones de mitad de mandato que se celebrarán este domingo. El 7 de junio, 83 millones de mexicanos están llamados a renovar la Cámara de Diputados federales en lo que muchos consideran el primer test para Enrique Peña Nieto, cuyas reformas se vieron empañadas por el clima de inseguridad, cuyo máximo exponente es la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala (Guerrero). Además, habrá elección de gobernadores en nueve estados, de diputados locales en 16, de jefes de distrito en la capital y de casi mil alcaldes, en una jornada de inusual complejidad electoral.

Peña Nieto tendrá que afrontar los tres años que restan de su mandato con una nueva Cámara baja en la que la presencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría reducirse. Según los sondeos, en 10 puntos, con lo que la intención de voto lo sitúa en alrededor del 30 %. No obstante, con el apoyo del Partido Verde (que probablemente obtenga más escaños) y de Nueva Alianza (Panal), sus actuales aliados en el Congreso, el PRI podría mantener la mayoría absoluta de 251 diputados con la que Peña Nieto podría seguir con su plan de reformas.

El pacto por México, por el que los opositores Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) permitieron al presidente emprender en el 2012 las reformas económicas que permitieron lavar la imagen de México, aunque no los penalizará tampoco les permitirá arañar puntos al PRI. El conservador (PAN) mantendrá un 24 % y el PRD, estará en entre el 11 y el 17 %, según qué sondeos se tomen en cuenta.

Fuerza emergente

Emerge con fuerza en estas elecciones un nuevo partido de izquierdas, el Movimiento Regeneración Nacional, que podría obtener el 10 % de los votos en una encuesta que prescinde del 30 % de las respuestas indecisas.

El séptimo asesinato relacionado con las elecciones se cobró la vida del candidato local del PRD Miguel Ángel Luna en Estado de México, que recibió seis disparos en su oficina. Miembros de todos los partidos fueron víctimas de la ola de violencia que comenzó en marzo, aún en precampaña, con Aidé Nava (PRD). El candidato del PRI Ulises Fabián fue asesinado el 1 de mayo y el 14, Enrique Hernández, (de Morena). Un día después moría Héctor López Cruz (PRI) y la pasada semana, dos asesores, José Salvador Méndez e Israel Hernández, ambos del PRI. Otros cuatro aspirantes tuvieron mejor suerte y sobrevivieron a tiroteos cometidos a veces en pleno acto electoral.

De que el recuerdo de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala siguiera muy presente en esta campaña se encargaron sindicatos radicales de maestros, que llamaron a boicotear las elecciones. Ayer la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloqueó el aeropuerto de Oaxaca, una acción enmarcada en otras de protesta en las que se mezclan la exigencia de justicia con las demandas de que se derogue la reforma educativa.