Obama y Rousseff dan por superada la crisis por el espionaje de la NSA

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

KEVIN LAMARQUE | Reuters

Cierran importantes acuerdos tras ratificar el nuevo nivel de sus relaciones

01 jul 2015 . Actualizado a las 08:23 h.

Barack Obama y Dilma Rousseff dejaron ayer atrás la crisis provocada por las revelaciones sobre el espionaje estadounidense a Brasil. El enfrentamiento se produjo hace dos años, justo antes del primer viaje oficial de la presidenta brasileña a Washington, cuando los papeles de Edward Snowden sacaron a la luz que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) había espiado tanto el teléfono móvil como el correo electrónico de la dirigente. Entonces Rousseff canceló la visita y en septiembre hizo en la Asamblea General de la ONU un durísimo discurso contra las prácticas de espionaje de Washington.

Pero todo parece haber quedado atrás. El lunes, Obama la recibió con un abrazo y, fuera del programa, la llevó a visitar el monumento a Martin Luther King. Una visita con una fuerte contenido simbólico tras los casos de violencia racial que ha vivido EE.UU. en los últimos meses y poco más de una semana después de los asesinatos racistas de Charleston.

Tras esa visita, los dos tuvieron una cena de trabajo en la Casa Blanca que continuó en la mañana de ayer con otra reunión y una rueda de prensa conjunta. «Estamos mirando al futuro», dijo Obama. «Dilma, quiero agradecerle por haber llevado la alianza entre nuestros dos países a un nuevo nivel», añadió. La réplica de Rousseff fue en el mismo sentido: «Esta visita supone la reanudación de nuestra relación». Y dejó claro que considera el espionaje una página del pasado. «Creo en el presidente Obama. Él me dijo que cuando necesite alguna información sobre Brasil me llamará por teléfono», bromeó.

Los analistas consideran que la clave del acercamiento está en la crisis por la que pasa Dilma Rousseff, que se enfrenta a una economía sin apenas crecimiento, problemas de gobernabilidad y el caso de corrupción de Petrobras.

La muestra más clara de que los dos países han superado la crisis de espionaje es el acuerdo de reanudar su cooperación en asuntos cibernéticos, en una reunión que tendrá lugar en breve en Brasilia y en la que se tratará la seguridad y la prevención de los delitos por Internet.

Además de esta cooperación, ambos Gobiernos lanzaron un plan para colaborar en la lucha contra el calentamiento global del planeta y presentar un frente común en la conferencia sobre el cambo climático de este año en París. Tanto Washington como Brasilia se comprometieron a aumentar su producción de energía con fuentes alternativas. Brasil anunció además su decisión de frenar la deforestación que, según aseguró en un comunicado, quedará reducida a cero en la próxima década, y a restaurar más de doce millones de hectáreas para el 2030.

Otros acuerdos tienen que ver con asuntos comerciales muy importantes para Brasil como la reanudación de la venta a EE.UU. de carne de vacuno o la intención de facilitar los viajes para los ciudadanos de ambos países eliminando la necesidad de visado.