Las bolsas suben sin alharacas y las primas de riesgo apenas mejoran, salvo la griega. Quedan semanas de negociación, y los inversores no acaban de fiarse
14 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Faltaba media hora para que los principales mercados europeos iniciaran su andadura diaria. Y los futuros sobre los índices, los primeros en marcar tendencia, apuntaban a una jornada de pérdidas. Con el alma en vilo y los ojos puestos en Grecia. A esa hora, los líderes europeos todavía andaban en Bruselas enzarzados en una maratoniana negociación, la enésima, sobre el futuro del país heleno. Y en estas, llegó el primer ministro belga, Charles Michel, y soltó en Twitter la palabra mágica: agreement (acuerdo). Música celestial para los delicados oídos de los mercados. No hizo falta más. Cuando llegó la hora de abrir las puertas, el verde -el color de las subidas en las bolsas- ya campaba a sus anchas en las pantallas de los operadores.
Aunque, eso sí, fue el suyo un festejo sin estridencias. Nada de excesos. Quizá porque todavía no está todo dicho; y en esta crisis, y con Grecia de por medio, todo puede pasar. Y quizá porque muchos no tienen claro aún si lo que se va a firmar -si es que se rubrica- es una solución a largo plazo para el problema griego o un simple parche para salir del paso. El tiempo lo dirá. De momento, lo que se cotiza es que Grecia sigue dentro del euro. Por delante quedan cuatro semanas de negociación -según cálculos del recién reelegido presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem- para cerrar el tercer rescate heleno. Demasiado tiempo para descartar sorpresas, piensan en las mesas de operaciones. El gato escaldado, del agua fría huye.
Cuatro días de subidas
Con este telón de fondo, el Ibex se anotó ayer una ganancia del 1,7 %, hasta los 11.224 puntos, apoyado, sobre todo, en la banca, uno de los sectores que más ha sufrido el zarpazo de la interminable crisis griega. En cuatro días, la Bolsa española ha sumado una revalorización de casi el 8,5 %.
Londres subió un 0,97 %; Fráncfort, un 1,49 %; París, un 1,94 %; y Milán, un 1 %.
Pero no todo fue mérito del acuerdo en torno a Grecia. Detrás de la subida que ayer experimentaron los parqués europeos estuvo también un nuevo repunte de las bolsas chinas, que empiezan a levantar cabeza tras el duro varapalo sufrido durante las últimas semanas.
Suspiros de alivio también en los mercados de deuda. Sin alharacas. Como en las bolsas. A última hora de la tarde, a los bonos españoles a diez años se les seguía exigiendo más de un 2 % de rentabilidad (un 2,12 %, frente al 2,15 % del viernes), con la prima de riesgo -la brecha que los separa de sus homólogos germanos, considerados libres de riesgo- en 126 puntos, el mismo nivel en el que se movía a finales de la semana pasada. Mucho más evidente, por razones obvias, fue la mejora que experimentó la deuda griega. En su caso, la rentabilidad de los títulos a diez años pasó del 13,66 % del viernes, cuando todo estaba en el aire, al 11,99 %. Eso, con la prima de riesgo helena en 1.144 puntos. Mareante. Pero, menos que el viernes. Tanto como 162 puntos menos.
Los líderes europeos han dejado constancia de una profunda desconfianza hacia Grecia. Los mercados tampoco se fían. Saben, y eso es lo que demuestran sus movimientos, que en suelo heleno todavía queda mucha tela que cortar.