La primera jornada del juicio estuvo marcada por la ausencia de dos de los encausados de mayor renombre, el expresidente y el exjefe de los servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy
07 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con la ausencia de dos de los encausados de mayor renombre, el expresidente Carlos Menem y el exjefe de los servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy, comenzó ayer en Argentina el juicio por encubrimiento de los autores del atentado contra la AMIA, que en 1994 dejó 85 muertos. El exmandatario, de 85 años, fue excusado por su abogado, que alegó problemas de salud. Estaba previsto que Anzorreguy, ingresado en una clínica debido a una infección, declarara por videoconferencia, pero los problemas técnicos lo impidieron.
Trece son los acusados, incluido el primer juez, Juan José Galeano, destituido al año de iniciarse el proceso. Se prevé que 140 testigos pasen por la sala, entre ellos alguno tan insigne como la presidenta, Cristina Fernández, durante el largo año que se estima durará el juicio. El tribunal juzgará sobre los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica por el soborno de 400.000 dólares al abogado Carlos Telledín para que incriminara a policías de Buenos Aires y por el encubrimiento de la llamada pista siria, que ligaba a empresarios de este país con Menem, que entonces era presidente.
El proceso, paralelo al que indaga en la busca de los responsables del atentado, se inició en el 2004, tras declararse nula la investigación judicial en curso y quedar absueltos los cuatro policías. La Justicia consideró entonces que existió una política de Estado para «encontrar culpables a cualquier precio».