La izquierda impide la caída del nuevo Gobierno socialista de Portugal

Óscar Tomasi EFE

INTERNACIONAL

RAFAEL MARCHANTE | Reuters

Una «moción de rechazo» presentada en el Parlamento por los conservadores lusos, hasta hace poco en el Gobierno, puso a prueba el grado de compromiso de las formaciones que firmaron este pacto

03 dic 2015 . Actualizado a las 19:46 h.

El nuevo Gobierno socialista de Portugal pasó este jueves con éxito el primer examen a la solidez del acuerdo alcanzado con el resto de fuerzas de izquierda, que impidieron la caída del Ejecutivo sin fisuras entre sus filas.

Una «moción de rechazo» presentada en el Parlamento por los conservadores lusos, hasta hace poco en el Gobierno, puso a prueba el grado de compromiso de las formaciones que firmaron este pacto, sobre el que se sustenta la mayoría en el hemiciclo que permitió a los socialistas tomar posesión hace justo una semana.

La votación de la iniciativa cerró la presentación entre ayer y hoy del programa de Gobierno del nuevo primer ministro, António Costa, basado en revertir las políticas de austeridad que dominaron la pasada legislatura (2011-2015) sin dejar de cumplir con los compromisos internacionales adquiridos por el país. Los diputados del Partido Socialista, el Bloque de Izquierda (hermanado con Podemos y Syriza en la UE), el Partido Comunista y el ecologista Los Verdes, las fuerzas que componen esta alianza, votaron en contra de la moción, tal y como se preveía.

La iniciativa presentada por los grupos de centro-derecha fue de esta forma rechazada con el voto en contra de 121 diputados, de los 230 escaños que tiene el Parlamento luso. Nada más terminar la sesión, el primer ministro portugués se congratuló por que a partir de ahora «el Gobierno se encuentra ya en plenitud de todas sus funciones», lo que permitirá «pasar página» y centrarse en trabajar por el bien del país.

Desde la bancada socialista, su líder parlamentario, Carlos César, consideró que la respuesta de la izquierda a la «moción de rechazo» supone «una demostración viva de la solidez» de esta alianza frente a las críticas vertidas por la oposición. En su opinión, la «pluralidad» sobre la que se sustenta este nuevo Ejecutivo es «un factor a valorar» y garantizará «la construcción de un cambio» de políticas reales, centrado en devolver rendimientos a los ciudadanos.

Por su parte, el ex primer ministro luso y ahora líder de la oposición, Pedro Passos Coelho, subrayó su condición de ganador de los últimos comicios y lamentó la falta de legitimidad del nuevo Gobierno, por lo que defendió la convocatoria de elecciones anticipadas. «Este Gobierno y su jefe no fueron escogidos por el pueblo, sino por los diputados (elegidos) en nombre del pueblo, pero a sus espaldas», denunció.

Passos Coelho no descartó la posibilidad de apoyar puntualmente alguna medida de los socialistas, pero sí pidió que, en caso de que la alianza con la izquierda se resquebraje, «devuelvan la palabra» a los electores. También desde el democristiano CDS-PP (el partido más a la derecha del arco parlamentario), Telmo Correia se refirió a Costa como «primer ministro no electo» y sembró dudas sobre la duración del pacto de izquierdas. Asimismo, acusó a los socialistas de haber dejado al país en la bancarrota en el pasado, por lo que deseó que este nuevo «viaje» sea «breve» y sin accidentes.

Los conservadores también ahondaron en otra de sus advertencias: que Portugal tenga que pedir un nuevo rescate financiero si el Gobierno socialista aumenta el gasto público eliminando la austeridad rápidamente.

Desde el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista coincidieron en defender que es posible mantener sus ideas y tesis históricas sin dejar de apoyar al nuevo Gobierno socialista, más allá de las diferencias programáticas que los separan. Especialmente significativas fueron las optimistas palabras del líder comunista, Jerónimo de Sousa, históricamente azote de los socialistas y quien hoy consideró que será posible «garantizar al país otro rumbo» gracias al acuerdo de toda la izquierda.

La presentación del programa de Gobierno concluye los trámites parlamentarios y marca el inicio de la gestión de António Costa, antiguo alcalde de Lisboa y con una larga experiencia en la política. Costa, de 54 años, logró por sorpresa alcanzar el poder tras firmar un pacto inédito con la izquierda que permitió derribar al Gobierno conservador en el Parlamento el pasado 10 de noviembre a través precisamente de una «moción de rechazo». Ante la imposibilidad de convocar elecciones anticipadas antes de junio del 2016 y por los problemas de dejar a Passos Coelho en funciones, el jefe del Estado portugués, el conservador Aníbal Cavaco Silva, aceptó a regañadientes entregar el Ejecutivo a los socialistas.