Sarah Palin relanza su carrera política con el apoyo a Trump

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MARK KAUZLARICH | Reuters

A cambio de su aval, la ultraconservadora podría optar a un cargo en el futuro Gobierno

21 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El apoyo de Sarah Palin a Donald Trump provocó una sorpresa inicial. Sobre el papel, el candidato más próximo a la exgobernadora de Alaska era Ted Cruz, al que ya respaldó cuando se presentó al Senado en el 2012. Pero una mirada detallada sobre ambos políticos revela la gran cantidad de coincidencias entre ellos. El revuelo provocado por la aparición de Palin en un acto electoral del millonario en Ames, Iowa, le ha servido, además, para revivir un protagonismo que estuvo eclipsado durante los últimos tres años.

Las palabras de Palin en el discurso, a menudo incoherente, con el que avaló a Trump en Iowa dejaban claras algunas de sus razones para mostrarle su apoyo. La excandidata a la vicepresidencia de Estados Unidos en el 2012 definió al magnate como una víctima de los dirigentes del Partido Republicano: «Nuestra formación, su dirección, está atacando a nuestro propio candidato favorito». Lo que la impulsó a describirlo como alguien que está al margen del sistema, que es como se ve a sí misma, pues también sufrió parecidos ataques en el pasado, según recordó.

Aunque quizá el parecido más cercano entre ambos es aquel del que Palin no habló: su populismo, sin importarles la ideología demasiado. A pesar de su afiliación al extremista Tea Party, formó equipo, en las elecciones del 2008, con John McCain que está, dentro del Partido Republicano, en el otro extremo ideológico. En ocasiones se definió como feminista y hasta defendió una reforma que permita a los inmigrantes convertirse en ciudadanos. Y Trump, que siempre fue un progresista social defensor del derecho al aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo, ahora es abanderado de las posiciones contrarias.

Un cargo en el Gobierno

Y aún hay otra razón más poderosa para este matrimonio de conveniencia. Cuando los periodistas preguntaron al millonario si pensaba llevar a Palin como candidata a la vicepresidencia, afirmó que a ella no le interesaba ese cargo, pero sí hay otros muchos posibles cargos para ella en un futuro Gobierno conservador. La propia exgobernadora declaró hace unos meses que le gustaría ser secretaria de Energía.

En cuanto al neoyorquino, contar con ella también le reporta ventajas. La primera es que, aunque la ultraconservadora lleva tiempo fuera de la escena pública, es muy popular en Iowa, donde se votará el próximo 1 de febrero y las encuestas no pintan bien para el multimillonario. También podría servirle para atraer a las mujeres conservadoras, un voto que al magnate se le resiste por sus sucesivas declaraciones sexistas y por los tres matrimonios que tiene a sus espaldas. Pero, por encima de todo, Palin puede acercar a Trump a los cristianos evangélicos, que desconfían de él por sus antecedentes liberales, sobre todo en cuanto al aborto. Sin duda el nuevo matrimonio de conveniencia hará felices a ambos.