
El Parlamento rechazó a todos los candidatos
11 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Antes de que el Parlamento irlandés representara el jueves una breve obra de teatro con las nominaciones y derrotas de los candidatos a ser el nuevo primer ministro, hubo comedia en Kildare Street, donde está Leinster House, la sede del Dáil. Los hermanos Haley-Rae se subieron sobre la carrocería de un Jeep y con la ayuda de músicos de acordeón y pito celebraron su victoria.
Es la primera vez que dos hermanos son elegidos para servir en el mismo Parlamento. Su padre era diputado. El hijo Michael le sustituyó en el 2011 y el hijo Danny triunfó también en la misma circunscripción de Kerry, en el este de Irlanda, en las elecciones de hace quince días. Tras la fiesta, los nuevos diputados tenían que decir unas palabras de salutación y las de Danny, con su tripa prominente y su voz de muchas juergas, fueron memorables.
Incitó a los dos grandes partidos, Fine Gael y Fianna Fáil, a entenderse con lenguaje desconcertante: «Yo no sé qué ocurrió en la guerra civil porque fue mucho antes de mi tiempo, pero se habla mucho de ella». Luego, equiparó la situación que vivía ayer el Parlamento a la de un partido, quizás de rugbi o de fútbol gaélico, no se entendió bien, en el que sale el árbitro y todo está ya dispuesto, pero no hay balón.
La metáfora puede ser disparatada, pero se oyó reír al presidente de la Cámara. Es Seán O Fearghaíl y fue elegido por primera vez mediante voto secreto. Su partido, el Fianna Fáil, tiene 44 diputados, pero ayer logró 72 votos, 16 más que el candidato del Fine Gael, Andrew Doyle, cuyo partido tiene 50 escaños. El espíritu de reforma del Parlamento y de la política habría logrado su primera victoria.
Llegó entonces el tiempo del teatrillo de las nominaciones y de las derrotas. Los grupos parlamentarios se han constituido, las conversaciones entre los partidos continúan y algunos políticos ya han pedido a la población que tenga un poco de paciencia. Las elecciones dieron un resultado que no ofrece combinaciones posibles para un Ejecutivo estable, salvo el que parece descartado, la coalición Fine Gael-Fianna Fáil. Una situación de bloqueo similar a la que afronta España.
El primer ministro en funciones, Enda Kenny, recibió 57 votos, los de su partido y los de los laboristas, a su candidatura a Taoiseach. Michèal Martin, líder de Fianna Fáil, recibió 43. Ni un solo voto prestado. Y Gerry Adams, 24, uno más de los que tiene el Sinn Féin. Por último, Richard Boyd-Barrett, de la Alianza Antiausteridad-Personas Antes que Beneficios (AAA-PBP), obtuvo nueve votos. Kenny anunció que presentará la dimisión al presidente Michael Higgins, pero seguirá ejerciendo sus funciones.