Trump enfurece a China antes de llegar a la Casa Blanca

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

TY WRIGHT | AFP

Pekín protesta «solemnemente» tras la conversación que mantuvo con la presidenta de Taiwán

04 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de China protestó ayer «solemnemente» ante el de EE.UU. tras la conversación que Donald Trump mantuvo con la presidenta de Taiwan, Tsai Ing-wen. El motivo es que ningún presidente, o presidente electo, había tenido un gesto de esta naturaleza desde 1979, cuando Washington rompió relaciones con la isla oponiéndose a sus ambiciones independentistas con respecto a Pekín. Ocurrió bajo el gobierno de Jimmy Carter, cuando Washington aceptó el principio de «una sola China», de acuerdo con el cual Taiwán es considerada parte inalienable de la República Popular, política que, según Colpisa, la Casa Blanca se vio obligada a ratificar ayer.

Según el equipo de Trump, fue Tsai quien lo llamó para darle la enhorabuena por su victoria electoral. En los diez minutos que duró la conversación se felicitaron mutuamente y hablaron sobre cómo mejorar sus relaciones. En China, sin embargo, la noticia se interpretó como un dardo contra las relaciones bilaterales entre las dos principales economías mundiales. Aunque en un primer momento el ministro de Asuntos Exteriores del gigante asiático, Wang Yi, restó importancia al asunto, que calificó de «pequeña trampa» de Taiwán que no va a cambiar la estructura de una China aceptada por la comunidad internacional», el ministerio que dirige afirmó más tarde que había presentado una protesta diplomática oficial en Washington y advirtió sobre las consecuencias que pueden tener «perturbaciones innecesarias en las relaciones».

En la misma línea, el diario oficialista Global Times dedicó un duro editorial al asunto. En primer lugar, subrayó el hecho de que Trump se refiriese a Tsai como «presidenta de Taiwán», algo que disculpó porque «todavía no se ha familiarizado con las relaciones internacionales». Pero luego lanzó la andanada: «Si Trump rompe con el principio de una sola China, destrozará las relaciones sino-americanas. Eso supondría un vuelco del orden internacional, y no creemos que sea lo que desea».

Trump no se dejó amilanar por las reacciones y, lejos de apaciguar los ánimos, echó más leña al fuego en Twitter: «Es interesante como EE.UU. vende millones de dólares a Taiwán en material militar pero yo no debería aceptar una llamada de felicitación». 

Llueve sobre mojado

¿Habrá un cambio en la política estadounidense o fue, simplemente, un error de un equipo con poca experiencia en asuntos internacionales? Según la CNN, Trump tiene a buena parte del departamento de Estado con los pelos de punta y no es para menos si se echa un vistazo al listado de conversaciones con líderes internacionales sin asesoramiento de la diplomacia. Un buen ejemplo fue el desconcertante contacto con el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, con quien Trump se deshizo en halagos después de sus feroces críticas en campaña. O cuando telefoneó a Irlanda antes que al Reino Unido, provocando el estupor de Downing Street.

El Comité Nacional Demócrata ha dado un paso más en la interpretación de los hechos asegurando que Trump está priorizando su fortuna personal sobre la seguridad de la nación, porque «quiere construir varios hoteles en Taiwán».

HANDOUT | REUTERS

La seguridad del magnate cuesta a Nueva York más de un millón de dólares al día

Desde que Donald Trump ganó las elecciones, su seguridad es uno de los asuntos que más preocupa a la ciudad de Nueva York. No solo por lo que se refiere a la s complicaciones logística que supone la organización de los turnos en los cuerpos de seguridad, sino, sobre todo, por lo que atañe al coste del servicio. Y es que, según la CNN, proteger al presidente electo y a su familia podría representar un gasto para la ciudad de más de un millón de dólares diarios».

La indignación se ha dejado sentir en las redes sociales, donde miles de neoyorquinos han firmado varias peticiones en las que declaran que no quieren asumir la factura de la seguridad que se le brinda a la familia del presidente electo. Hay que tener en cuenta que el gasto podría incrementarse en los próximos meses ya que la futura primera dama permanecerá en la Gran Manzana hasta que su hijo Barron finalice el año escolar. Como se sabe, viven en plena Quinta Avenida de Manhattan, el barrio más densamente poblado de la ciudad más grande de EE.UU. El que Melania permanezca en su ático de la Torre Trump supone, por ejemplo, que los agentes encargados de su protección deberán alquilar varias plantas de uno de los edificios más caros de la isla, donde el alquiler mensual de un apartamento no baja de los 6.000 dólares.

Otro factor a considerar es que la seguridad presidencial no solo cubre al matrimonio y el pequeño Barron. Los otros cuatro hijos del empresario y sus respectivos ocho nietos también tienen derecho a recibir protección y todos viven en Nueva York.

«La variable más importante es la cantidad de tiempo que el presidente electo pasará en Manhattan», reconocen fuentes del Servicio Secreto a la revista Politico. Sus agentes se niegan a confirmar una cifra de gastos porque, aunque «la oficina de Nueva York es grande, nadie sabe todavía cuántos cuerpos serán necesarios para reforzar el servicio».

El alcalde Bill De Blasio, quien ha hablado de un «coste extraordinario» para las arcas locales, ya ha contactado con el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, para pactar el reembolso federal que debería de recibir una ciudad blindada por la policía y el Servicio Secreto desde el pasado 8 de noviembre. No hay más que darse un paseo alrededor del cuartel general del magnate para ver cómo se han colocado barricadas y cerrado al tráfico parte de la calle 56 y la mencionada Quinta Avenida.

Icónicas tiendas que forman parte del paisaje urbano, como la joyería Tiffany, ya han protestado porque la descomunal seguridad en la zona está dañando su negocio.