Una transición problemática y sin brillo

Rosa Paíno
r. paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

MICHAEL REYNOLDS | EFE

La guerra abierta entre Obama y Trump se ha trasladado a la ceremonia de investidura y a los actos previos

05 ene 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Que esta no es una transición presidencial al uso, cordial y tranquila, hace tiempo que Trump y Obama lo han dejado claro, pese a las buenas maneras que mostraron en su primer encuentro en la Casa Blanca. La guerra abierta se ha trasladado a la ceremonia de investidura y a los actos previos.

Trump dará su primera y esperada rueda de prensa el día 11, un día después de que Obama dé su último gran discurso como presidente en Chicago, la ciudad en el que dio el salto a la política. Quizás con la vista puesta en poner la puntilla a un último anuncio de su predecesor. Aunque siempre le quedará Twitter, red social que ya ha dicho seguirá utilizando regularmente cuando esté sentando en el despacho oval.

Pese a su pasado de showman y patrocinador de concursos de mises, Trump sigue sin tener quién le cante frente a las escalinatas del Capitolio durante su jura el día 20. El paupérrimo cartel que ha logrado contrasta con el que tuvo Obama en sus dos investiduras. Las celebrities ya han dejado claro que no quieren saber nada con él. Artistas como Andrea Bocelli, Elton John y Céline Dion declinaron la invitación. Solo han confirmado que estarán las bailarinas The Rockettes, el coro mormón Tabernacle y Jackie Evancho, una adolescente que quedó segunda en el concurso America’s Got Talent. Para más inri, la participación de The Rockettes provocó que la compañía Madison Square Garden, que lleva el grupo, se viera obligada a aclarar que las bailarinas se apuntaron voluntariamente, y una integrante del coro mormón renunció a la agrupación para evitar cantar en la ceremonia. «Solo sé que no podría lanzarle rosas a Hitler. Y sé sin duda que no podría cantar para él», argumentó.

A 23 de diciembre, Jimmy Carter era el único expresidente que había confirmado que iría a la toma posesión. Después de un largo silencio, el martes el exmandatario Bill Clinton, acompañado de Hillary, y George W. Bush y su mujer anunciaron que también estarán en la investidura.