
Bagdad lo califica de declaración de guerra y envía tropas a Kirkuk
26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ni la presión internacional, ni las amenazas de vecinos como Turquía e Irán pudieron frenar el referendo y la región autónoma kurda de Irak votó para lograr un Estado independiente en el futuro. Fue un voto masivo a favor del sí de una población que no olvida lo sufrido bajo las largas décadas de mandato de Sadam Huseín en las que los kurdos fueron sometidos a desplazamientos masivos y sufrieron ataques con armas químicas. Durante 24 horas el Kurdistán fue una especie de caparazón gigante en la que sus ciudadanos, vestidos con los trajes tradicionales, se aislaron de los mensajes que llegaban del exterior para votar y cumplir un sueño. La fuerte afluencia de votantes obligó a alargar el plazo una hora y las primeras estimaciones fijaron en el 76 % la participación.
El presidente, Masud Barzani, dio el primer paso de forma unilateral, pero esta consulta no es vinculante y ahora deberá negociar con un Gobierno central para el que «el referendo kurdo es una declaración de guerra a la unidad del país», según el vicepresidente, Nuri Al Maliki. El primer ministro, Haider al Abadi, ordenó el envío de tropas a Kirkuk, una de las zonas en disputa más sensible porque alberga el 10 % de las reservas petroleras, con el fin de «proteger a los civiles». Además de kurdos, en Kirkuk hay población árabe y turcomana que se siente discriminada.
El voto no es vinculante y ahora Barzani deberá negociar con el Gobierno central Washington insistió un día más en que la votación «puede acarrear mayor inestabilidad», pero su mensaje no frenó el voto. «Llevo desde los años 60 esperando este momento. He luchado como peshmerga, he visto morir a muchos amigos. Hemos derramado mucha sangre por la independencia y no seremos nunca más esclavos de Bagdad», confiesa con lágrimas en los ojos Tarek Alí. A su lado, Buar Rewar, ingeniero de Halabja, la ciudad gaseada por Alí el Químico, asegura que «he votado sí a la independencia en honor a todos los caídos. Tener un Estado está por encima de las luchas entre nuestros partidos y por eso es un voto nacional, no un voto por partidos».
Pese a la división política a lo largo de la campaña, nada más abrirse los colegios Gorran, segunda fuerza del Parlamento, y el Grupo Islámico del Kurdistán (Komal) se sumaron a la consulta a favor de la separación de Irak, que hasta el último instante habían pedido posponer. Diliman Abdulkader, analista de Kirkuk, escribió en Twitter que «cuanto más presionan Bagdad, Ankara y Teherán, más unidos están los kurdos» y sus palabras se confirmaron a lo largo de un día en el que el único color visible fue el de la bandera tricolor kurda.
Presión de Irán y Turquía
Mientras la votación discurría «con absoluta normalidad y cumpliendo los estándares mínimos de este tipo de procesos», según Jon Iñarritu, senador de EH Bildu y miembro de la misión de observación internacional, Irán anunció el cierre de fronteras, medida que se sumaba a la cancelación de todos los vuelos a Erbil y Suleimania que anunció el domingo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se sumó a las medidas de castigo ante esta «consulta ilegítima» y adelantó que «la entrada y la salida de personas estará prohibida en la frontera con Irak». Turquía, que tiene estrechas relaciones políticas y económicas con el Kurdistán, también alertó que podría bloquear la exportación de petróleo kurdo. Turcos, iraníes y sirios cuentan con provincias kurdas y temen la expansión de las ansias independentistas a sus territorios.