La nueva lista negra dejará fuera a los países comunitarios
13 nov 2017 . Actualizado a las 08:16 h.Los mejores paraísos son los que no vienen en los mapas, sobre todo cuando se trata de esconder el dinero. Investigaciones judiciales abiertas para perseguir tramas de corrupción o filtraciones salidas de despachos de abogados demuestran que aún hay muchos refugios idílicos en el planeta.
Ocurrió hace unos meses con los papeles de Panamá, y ahora con los papeles del paraíso, revelados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Ambos documentos ponen de manifiesto cómo algunas personalidades políticas, empresariales y sociales utilizaban territorios opacos para eludir el pago de impuestos.
Lo curioso es que muchos de los lugares en donde se ubican las sociedades off-shore (es decir, fuera de la jurisdicción tributaria nacional), desvelados no están considerados paraísos fiscales ni por España y ni por la UE; y tampoco por la OCDE. Ante la incerteza, el organismo europeo ha optado por elaborar listas negras de paraísos fiscales que ganen en credibilidad.
Falta colaboración
¿Qué novedades van a aportar esos futuros listados? Hasta ahora el único requisito que se exigía a nivel internacional para dejar de ser considerado un paraíso fiscal era firmar un acuerdo de intercambio de información. Ese es el modelo que siguió España para elaborar su propia lista negra en 1991, con 48 países.
Desde entonces, esa cifra se ha reducido a 32 nombres gracias a nuevos acuerdos. Eso ha provocado que no aparezcan ya Andorra, Panamá o Suiza.
Próximamente desaparecerán otros territorios habituales para las fortunas que se quieren ocultar, como Guernesey, Jersey o la Isla de Man (todos ellos pertenecientes al Reino Unido), con los que España ya ha firmado un acuerdo de intercambio de información. Esto hace que, de los 19 territorios opacos que aparecen en los papeles del paraíso, nueve ya no estén en la lista negra de España. El problema es que la puesta en marcha de esos acuerdos no significa que esos territorios colaboren de manera efectiva.
Ante la dimensión del escándalo, la comunidad internacional apuesta por nuevas herramientas, como el intercambio automático de información, firmado por un centenar de países, entre ellos España.
La idea es que exista un sistema que permita agilizar los trámites a través de peticiones estándares sobre distintos datos. Claro que la clave para su éxito es que se sumen los territorios más reacios a colaborar.
«Este mecanismo no funcionará, porque solo lo han suscrito las economías más avanzadas», explica Susana Ruiz, responsable de justicia fiscal de Oxfam Intermón. Además, lamenta que esa información solo se refiera a los titulares físicos de cuentas bancarias, que en muchos casos son simples testaferros. A su juicio, esto dificulta conocer «quiénes están realmente detrás de una sociedad off-shore».
Nuevos criterios
La eficacia en el intercambio de información y la transparencia fiscal serán requisitos en la lista de paraísos fiscales que prepara la UE y que pretende publicar antes de finales de año.
Ya hay un borrador preliminar con 44 países o territorios candidatos. Entre ellos se encuentran lugares tradicionales como las islas Vírgenes o Andorra, pero también otros menos habituales como el estado estadounidense de Delaware, Brasil, Turquía o Israel. Y es que, además de la colaboración, otro criterio que se tendrá en cuenta es el bajo o nulo grado de tributación en el impuesto sobre sociedades.
El problema de este listado es que deja fuera a cualquier país comunitario. Por tanto, se excluye Luxemburgo, protagonista del caso Luxleaks, en el que multinacionales llegaron a acuerdos secretos para tributar menos de un 1 %; además de Irlanda y Holanda, que Oxfam Intermón consideran de baja tributación por sus beneficios en sociedades. También queda fuera Gibraltar.
Trinidad y Tobago, el único país opaco según la OCDE
Los criterios actuales para estar incluido en la lista negra fiscal basados en los acuerdos de intercambio de información han llevado al absurdo de que para la OCDE solo exista en el mundo un paraíso fiscal: Trinidad y Tobago. Un país caribeño que, curiosamente, no se encuentra en la lista de España. Sin embargo, el organismo que reúne a las economías más avanzadas señaló en junio que esta pequeña isla de apenas 1,4 millones de habitantes «había dejado de cumplir los estándares de transparencia internacional». Ni mención para otros territorios polémicos como las islas Caimán, las Bermudas u otras jurisdicciones del Caribe o del Pacífico.