Dos cazas atacaron la base T4 desde el espacio aéreo del Líbano y dejaron 14 muertos
10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Israel dio un paso más en su implicación en la guerra de Siria con un nuevo ataque contra el aeropuerto militar T4, donde operan el Ejército sirio y sus aliados iraníes, tal y como confirmaron fuentes oficiales estadounidenses a la cadena NBC. Menos de 24 horas después de la denuncia de la oposición siria de un nuevo ataque con armas químicas por parte del régimen, dos cazas F-15 israelíes, según el Ministerio de Defensa ruso, violaron el espacio aéreo del Líbano y desde allí «lanzaron ocho misiles» contra la base T4 situada en mitad del desierto, entre Homs y Palmira.
Los rusos afirmaron que los sistemas de defensa sirios lograron interceptar «cinco de los ocho misiles». A diferencia de lo ocurrido en febrero, en esta ocasión el Ejército israelí ni confirmó ni desmintió la operación, una estrategia que ha mantenido desde el inicio de la guerra. Hace dos meses su aviación destruyó un centro de control de drones de Irán en la T4, pero uno de sus cazas fue derribado por la defensa antiaérea siria cuando regresaba. Fue el primer aparato que perdía Israel en combate en décadas. Los medios iraníes informaron ayer de la muerte de cuatro de sus combatientes y denunciaron la «flagrante violación de la soberanía de Siria», por parte de la «entidad sionista».
El enfado se extendió a Rusia, el otro gran aliado del presidente Bachar al Asad. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, señaló su «gran preocupación» porque no fueron informados por Israel antes de la operación, pese a que los israelíes sabían que podía haber asesores militares rusos en la base. Los rusos no lo sabían, pero sí los estadounidenses, según declararon fuentes oficiales a la cadena NBC. Israel da un paso al frente y cambia de estrategia en un conflicto en el que Rusia, Irán y Turquía imponen el rumbo por encima de los aliados de Tel Aviv, EE.UU. y Arabia Saudí.
Ataque directo
En la última semana Donald Trump ha anunciado su plan de retirada y Arabia Saudí ha visto cómo el Yaish al Islam (Ejército del Islam), el grupo opositor que armó para derrocar a Al Asad, se ha rendido en Duma. Hasta ahora las operaciones israelíes en Siria se limitaban a interceptar convoyes o almacenes de armas de la milicia libanesa de Hezbolá o se enmarcaban como «respuestas» a acciones iraníes, como el envío a espacio aéreo israelí de un dron en febrero. Esta vez, se ha tratado de una operación de ataque directo a combatientes de la república islámica en Siria, enmarcado en la consternación internacional por el uso de armas químicas en Duma, en un ataque registrado el sábado.
La oposición siria denunció el fin de semana la muerte de al menos 40 personas, la mayoría niños, después de que el Ejército sirio lanzara un barril explosivo con gas sarín contra Duma. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, negó esta acusación y aseguró que en el lugar del supuesto ataque «ya han estado los especialistas militares y también los representantes sirios de la Media Luna Roja. No han encontrado allí ningún rastro de empleo de cloro o del uso de otra sustancia química contra civiles».
El excomandante de la Fuerza Aérea israelí, general Eitan Ben Eliahu, el objetivo último es «prevenir la consolidación de Irán en Siria» y en este caso el ataque fue una reacción «al horrible acto ocurrido» en Guta, e «Israel habría decidido que su responsabilidad era responder».