Pretende resarcir el fraude cometido por Umberto Bossi
04 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Liga va como una moto en las encuestas, que la colocan como el primer partido de Italia en intención de voto, y ha conseguido hacer sombra a su socio en la coalición de Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), pero vienen curvas para la formación liderada por Matteo Salvini.
Los jueces del Tribunal Supremo establecieron este martes que las cuentas corrientes, depósitos y otros instrumentos financieros de esta fuerza serán incautados hasta alcanzar los 49 millones de euros. Con esa cifra se pretende resarcir al Estado por el fraude con dinero proveniente de subvenciones electorales cometido por el anterior secretario general de la Liga, Umberto Bossi, y por su tesorero, Francesco Belsito. De momento solo han podido ser bloqueados 1,5 millones de euros.
Bossi y Belsito fueron condenados en primera instancia en julio del año pasado junto a Renzo Bossi, el hijo pequeño del fundador del partido y que se gastó 48.000 euros de dinero público en comprarse un Audi A6. Dedicó además 77.000 euros para conseguir un título falso de graduado en Administración de Empresas en una universidad de Albania después de suspender tres veces la Selectividad italiana. Aquel escándalo supuso la defenestración política de la familia Bossi.
Golpe para Salvini
Aunque el pufo se cometió antes de que se hiciera con las riendas de la Liga, la decisión del Tribunal Supremo supone un duro golpe para Salvini. En teoría la formación política, tanto a nivel nacional como en sus agrupaciones locales y regionales, se queda sin dinero. En previsión de que podría llegar una decisión en este sentido de la Justicia, el partido habría colocado parte de sus fondos en fundaciones afines y en el extranjero, lo que ha motivado una investigación ulterior. Estos movimiento sospechosos habrían tenido lugar después de que Salvini se hiciera con las riendas del partido en diciembre de 2013.
Según la Fiscalía de Génova, 10 millones de euros obtenidos gracias a los fraudes cometidos por Bossi y Belsito habrían acabado en un fondo de inversión de Luxemburgo. A principios de año, la Liga trató de trasladar a Italia 3 millones, lo que levantó las sospechas por supuesto lavado de dinero negro.
La decisión de los magistrados de Tribunal Supremo, que no acogen el recurso de Salvini para evitar la incautación del dinero del partido allá donde se encuentre, fue criticada por Giulio Centemero, diputado y administrador de esta formación. Centemero defendió la total «transparencia y honestidad» de la Liga y echó mano del victimismo. «Tal vez la eficacia de la acción del Gobierno molesta a alguno, pero por supuesto que no nos pararán así», dijo. También amenazó con llevar a los tribunales en monedas de 10 céntimos todo el dinero donado por los militantes en un acto político celebrado el pasado domingo.
En lo que parece un intento de desviar la atención del problema, Salvini apostó ayer por atacar a la mafia mediante el embargo de sus bienes y combatirla «en cada calle, tienda, empresa y barrio».
Según Efe, el líder de la Liga visitó ayer una villa en Monteroni d’Arbia, provincia de Siena, que le fue confiscada en 2007 a Vincenzo Piazza, un capo de la mafia siciliana, y que ahora ha sido reconvertida en una finca turística destinada también a la producción agrícola y en cuya piscina se dio un baño.