«No traicionaremos al pueblo», promete la junta militar de Sudán

R. P. REDACCIÓN /LA VOZ

INTERNACIONAL

Los sudaneses prosiguieron ayer la sentada ante la sede del cuartel general del Ejército
Los sudaneses prosiguieron ayer la sentada ante la sede del cuartel general del Ejército Reuters

Los manifestantes exigen a los generales, a lo que tachan de golpistas, que entreguen el poder

13 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«No codiciamos el poder». La junta militar de Sudán quiso así calmar las demandas de los miles de sudaneses que volvieron a salir a las calles ayer, el día después del derrocamiento del presidente Omar al Bashir, para exigir a «los golpistas» que traspasen el poder a un gobierno civil.

El jefe del comité político de la junta militar, el general Omar Zain al Abidin, aseguró que están de parte del pueblo y que los manifestantes decidirán el futuro de Sudán, pero también alertó de que no permitirán el desorden público en la etapa de transición fijada para dos años. «Juro que no traicionaremos al pueblo, estamos aquí por vosotros, pero hay que limitar el caos», aseguró en su primera rueda de prensa.

Aseguró que la junta traspasará el poder a un Gobierno que «será completamente civil» y prometió que los militares no estarán en el poder más de dos años, «ni un día más», plazo que marcó el jueves el ministro de Defensa, Awad bin Auf. Incluso el portavoz de la junta llegó a señalar que la transición se podría resolver en un mes si se gestiona «sin caos».

El plan de la autoproclamado Consejo Militar de Transición es abrir un diálogo político y social. «La solución a la crisis que vive el país llegará de los manifestantes y no de las Fuerzas Armadas», aseguró Zain al Abidin dirigiéndose a los que llevan desde el pasado sábado acampados a las puertas del cuartel general del Ejército en Jartum.

La Asociación de Profesionales Sudaneses (SPA), uno de los principales promotores de las protestas, rechaza el golpe militar que ha dejado en el poder a «las mismas caras e instituciones» contra las que los sudaneses «se han rebelado» y llama a seguir manifestándose hasta que se instaure un «gobierno civil».

Icono de las revueltas

También se mostró en contra de la junta militar Alaa Salah, una estudiante de arquitectura de 22 años, que se ha convertido en icono de las protestas tras hacerse viral su foto con la túnica blanca tradicional y subida al techo de un coche  arengando a los sudaneses a salir a la calles para provocar la caída del régimen de Al Bashir el pasado 8 de abrilApodada la reina nubia por su silueta y su forma de vestir, Alaa ha hecho visible el importante papel clave que han tenido las mujeres en las protestas. Una enorme pancarta recuerda esa imagen, alrededor de la cual siguen reuniéndose los manifestantes. «El cambio no ocurrirá con todo el régimen de Al Bashir engatusando a los civiles sudaneses mediante un golpe militar. Queremos un consejo civil que dirija la transición», escribió en Twitter. 

No a la extradición

El general Zain al Abidin, rechazó la posibilidad de extraditar a Al Bashir a otro país, a pesar de que está reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por genocidio y crímenes contra la humanidad en la región de Darfur. Y hablo de que puede ser juzgado en Sudán «si se prueban las acusaciones contra él».

La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos le habia pedido horas antes que coperase con el TPI. «Ya en el 2005 una resolución del Consejo de Seguridad pidió al Gobierno de Sudán que brindara la ayuda necesaria al CPI, y continuaremos pidiéndolo», señaló en rueda de prensa la portavoz de la oficina de la ONU, Ravina Shamdasani.